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Eso confirmó el jueves un alto funcionario de Defensa norteamericano.
El funcionario se negó a dar detalles sobre el número de baterías desplegadas y sobre su misión exacta.
Estados Unidos está preocupado por la presencia a pocas decenas de km de Al-Tanaf de fuerzas del régimen y anunció que fortalecería sus posiciones frente a la “amenaza” que representan.
Aviones estadounidenses bombardearon en varias ocasiones a elementos de esas fuerzas, que según Washington están apoyadas por Irán, y que se habían acercado a la base de Al-Tanaf donde están presentes las militares de Estados Unidos.
Himars es un sistema móvil, montado sobre un camión, que ya fue desplegado en Irak y en Siria contra el grupo Estado Islámico (EI).
Este sistema dispara cohetes guiados por GPS, con un alcance de 70 km. También puede lanzar un pequeño misil con un alcance de 300 km, igualmente dirigido por GPS, y una carga explosiva de unos 220 kilos.
Al-Tanaf está situada en el eje Damasco-Bagdad, en la frontera siria con Irak y no lejos de la frontera jordana.
Fuerzas especiales de la coalición entrenan allí desde hace meses a combatientes locales que luchan contra los yihadistas del EI.
Las tensiones con las fuerzas del régimen en Al-Tanaf tienen lugar en un contexto de creciente rivalidad sobre quién encabezará el combate contra el EI en el este de Siria y, sobre todo, quien ocupará Raqa, la autoproclamada capital del EI en este país.