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“Siento el fuerte dolor de las víctimas, especialmente por los tantos niños arrancados a sus familias y al colegio para ser usados como soldados”, afirmó el papa tras el rezo del Ángelus.
También recordó al “personal religioso y humanitario que trabaja en esta difícil región”.
“Renuevo un fuerte llamamiento a la conciencia y a la responsabilidad de las autoridades nacionales y de la comunidad internacional, para que se tomen decisiones adecuadas y urgentes para socorrer a estos hermanos y hermanas”, agregó.
En su llamamiento pidió orar por “todas las poblaciones en otras partes del continente africano y del mundo que sufren a causa de la violencia y de la guerra”.
Entre ellos, citó el pueblo paquistaní, “que ha sido golpeado por crueles actos terroristas en los últimos días”.
“Recemos ardientemente para que los corazones endurecidos por el odio se conviertan a la paz, como es la voluntad de Dios”, expresó el papa.