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El sospechoso de origen libanés, Omar Hassan Assi, que fue detenido el pasado domingo, “confesó en detalle las circunstancias de su recorrido desde que juró lealtad”, al Estado Islámico, “hasta el momento en el que recibió de Raqa (Siria) la orden de hacerse estallar en el Costa Café”, agregó la nota.
El frustrado suicida fue arrestado gracias a una operación conjunta del ejército y de la policía en la noche del 22 de enero en Beirut cuando salió un momento de la céntrica cafetería para hablar por teléfono.
Según medios locales, el kamikaze esperaba el momento en el que la cafetería estuviera llena para hacerse estallar.
Assi resultó herido y fue llevado a un hospital para ser tratado e interrogado.
En este contexto, su confesión llevó a la detención de unas diez personas, que están siendo interrogadas en estos días.
La situación de seguridad se deterioró en el Líbano, en especial en el este, noreste y norte, tras el inicio del conflicto sirio en 2011.
Las fuerzas de seguridad libanesas han intensificado las medidas de precaución ante el temor de la reactivación de las células durmientes tras la situación en Siria.