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Tras los enfrentamientos con la policía, ya que la marcha no fue autorizada, los propios organizadores de la iniciativa informaron de al menos tres detenidos.
Según el profesor Andrés Leiva, vocero de los manifestantes, los incidentes ocurrieron al intentar llegar al frontis del ministerio de Educación, a unos cien metros del Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
Leiva dijo a los periodistas que las autoridades han hecho “la vista gorda” con el problema que vive la universidad, y temen que de un día para otro, encuentren cerrada la casa de estudios.
En tanto, Jacksa Suazo, tesorera del sindicato histórico del plantel, señaló que “hay falta de voluntad política en esta crisis”.
Otro manifestante denunció que desde hace meses que no se les pagan los sueldos a los profesores que van quedando ni tampoco a los funcionarios, y que parte de los 3.000 estudiantes que conforman la plantilla universitaria se han dedicado a hacer el aseo en los baños y otros tipos de trabajo doméstico.
Según el Centro de Investigación Periodística (CIPER) , durante diez años el Partido Comunista controló la ARCIS en sociedad inicial con el empresario Max Marambio que replicó un modelo de negocios utilizado por otras universidades privadas.
CIPER entrevistó a muchos de los protagonistas de esta maraña económica y revisó documentos en notarías y el Archivo Judicial que acreditan paso a paso cómo operó el control de la universidad desde la Inmobiliaria Libertad.
La investigación confirmó que a fines de 2012, un año antes de la partida del Partido Comunista, se retiraron utilidades por 530 millones de pesos (unos 910.000 dólares) .