/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/2KTDIT3IJVABBFBMK3LB7PIRWQ.jpg)
Cargando...
El ataque del Gobierno sirio a la zona densamente poblada en las afueras de Damasco, que comenzó hace más de dos semanas, se ha convertido en una de las campañas más duras hasta el momento de una guerra que en 2018 cumple ocho años.
El grupo de monitorización Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dice que 800 civiles han muerto en ataques gubernamentales con bombas y disparos.
Imágenes en vivo de las afueras del pueblo de Mesraba emitidas por la televisión estatal siria mostraron enormes nubes de humo en el cielo. Se podían escuchar los ruidos de las explosiones y los aviones. Un corresponsal del canal de televisión estatal dijo que defensas de los militantes en el pueblo estaban siendo atacadas por “fuego preparatorio” antes de una incursión de infantería.
“Hoy Mesraba está bajo fuertes ataques”, dijo Khalil Aybour, integrante de un comité opositor en Guta.
Capturar Mesraba sería un gran paso para separar la mitad norte de Guta, incluida su principal ciudad, Douma, de la parte sur. Fuerzas del gobierno han tomado el control de más de 40 por ciento del territorio hasta ahora. Civiles de otras partes del área han buscado refugio en Douma.
Naciones Unidas dice que 400.000 personas están atrapadas en las ciudades y pueblos de Guta Oriental, bajo un asedio gubernamental que lleva años y que estaban prácticamente sin alimentos y medicamentos antes del ataque. Una caravana de ayuda llegó a la zona esta semana, pero funcionarios del Gobierno se quedaron con la mayor parte de los suministros sanitarios.
El ministro de Defensa de Rusia dijo el miércoles que algunos rebeldes querían aceptar una propuesta para evacuar el lugar, pero hasta ahora estos grupos han descartado la posibilidad en público.
El portavoz militar de uno de los mayores grupos rebeldes de Guta dijo que éstos defenderían el territorio y que no había negociaciones sobre una retirada.