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Aquiles Gómez, hermano de “La Tuta”, se ocultaba en un departamento de una zona residencial de la ciudad portuaria de Lázaro Cárdenas (océano Pacífico) cuando fue cercado por un equipo especial antidrogas de la policía federal, explicó Alfredo Castillo, comisionado especial del gobierno para la seguridad de Michoacán.
“La hipótesis central es que, al verse rodeado por fuerzas federales, esta persona se haya suicidado” con un tiro “abajo de la boca” , señaló Castillo a la emisora Radio Fórmula.
El comisionado explicó que esta hipótesis se ve fortalecida porque Gómez dio positivo en una prueba para determinar si disparó un arma, pero recalcó que se está haciendo la misma prueba a los agentes que participaron en el operativo.
De acuerdo con la prensa local, Aquiles Gómez era uno de los principales operadores de Los Caballeros Templarios, junto con Flavio y Luis Felipe, otros dos hermanos de “La Tuta”.
Las autoridades han señalado que Servando Gómez, el único de los líderes fundadores del cártel que sigue en libertad, es buscado por miles de efectivos en la sinuosa Sierra Madre del Sur y otras zonas de la región. Castillo señaló que el líder narcotraficante es buscado además en Lázaro Cárdenas y alrededores.
También en Michoacán, en una glorieta de Uruapan (264.000 habitantes) , a 225 km de Lázaro Cárdenas, fueron hallados en la madrugada del viernes seis cadáveres de hombres tirados en la calle atados de manos y pies, con los ojos vendados y marcas de haber sido acribillados, dijo a la AFP Magdalena Guzmán, vocera de la Procuraduría (fiscalía) de Michoacán.
Al lado de los cuerpos había un letrero “atribuido al cártel de Jalisco Nueva Generación”, una organización criminal acérrima enemiga de los Templarios, agregó.
El comisionado Castillo señaló que este crimen está relacionado con la detención hace 10 días de un jefe narcotraficante de Uruapan.
Michoacán, gran productor de marihuana y amapola, vive desde hace años disputas de los cárteles del narcotráfico que buscan controlar las lucrativas actividades ilícitas de la región.
El gobierno reforzó este año el despliegue de seguridad en la zona y logró abatir o detener a la mayoría de los jefes de los Templarios y desmovilizar a las milicias civiles que surgieron en 2013 para combatir al cártel.
La violencia vinculada con el crimen organizado y la estrategia militarizada antidrogas que lanzó el gobierno en 2006 han dejado en el país más de 80.000 muertos desde entonces.