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“Yo autorizo (...) para que a partir de mañana le explique al país todas las pruebas que tenemos contra esta pila de ladrones, mafiosos y bandidos que creyeron que PDVSA les pertenecía ” , acompañado de Quevedo, el primer militar encargado para dirigir la empresa petrolera estatal venezolana.
Maduro anunció este fin de semana la designación de Quevedo, que ha pasado a ser también ministro de Petróleo y Energía de este país, que obtiene más del 90 % de sus divisas con la venta de crudo.
La elección de Quevedo consolida el gran poder de los militares en el Gobierno chavista, en el que los generales detentan numerosos ministerios clave a los que ahora se suma el de mayor peso económico.
Estos cambios en PDVSA llegan en plena caída de producción en la compañía, que según datos de la OPEP generó por primera vez en 28 años menos de 2 millones de barriles diarios y cuya deuda soberana ha sido declara en “default” por varios actores financieros internacionales. Durante su intervención, Maduro pidió aumentar la producción en “un millón de barriles más” y afirmó, ante una hipotética decisión de Estados Unidos de dejar de comprar petróleo venezolano, estar dispuesto a vender el crudo en otras partes del mundo.
“El día que ellos no quieran que les vendamos nuestro petróleo agarramos nuestros cachivaches y nos vamos para el Asia, compadre, y vendemos todo nuestro petróleo en el Asia”, afirmó. “Míster presidente Donald Trump, usted decide, compadre”, remachó Maduro.
El relevo en la cúpula de la petrolera estatal se produce días después de la detención en Caracas por supuesta corrupción del presidente de Citgo, José Ángel Pereira Ruimwyk, y otros cinco directivos de esa empresa, la mayor filial de PDVSA.
Más cargos intermedios de la petrolera han sido detenidos por corrupción en los últimos meses. Mientras era jaleado por los trabajadores presentes con gritos de “Limpieza en PDVSA ” , Maduro aseguró tener información sobre los “lazos directos” de directivos de la empresa con la embajada de Estados Unidos para hacer “que bajara la producción de petróleo”.
Algunos analistas ven en las medidas tomadas un intento de acabar con la influencia del expresidente de PDVSA y hombre de confianza del difunto presidente Hugo Chávez Rafael Ramírez, que en la actualidad es representante permanente de Venezuela en la ONU y se ha mostrado crítico con las políticas económicas de Maduro. “A veces hay unas vanidades por ahí que se creen los salvadores del mundo”, dijo el presidente, en lo que muchos interpretan como una referencia a Ramírez, que en los últimos días ha reivindicado la confianza que Chávez depositó en él ante los ataques recibidos por personas cercanas a Maduro.
“Hugo Chávez Frías fue el refundador de esta patria y fue el que rescató a PDVSA y la puso al servicio del país. Hugo Chávez Frías, más nadie, así de sencillo. A buen entendedor, pocas palabras”, afirmó el presidente venezolano a voz en grito.