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JERUSALÉN. “El fuego llegó el sábado hasta la cerca que rodea la granja en la que criamos unas 20.000 cabezas de pavo, destruyó la toma de electricidad y de agua y las altas temperaturas contribuyeron a que se creara un fuerte humo”, relató Luis Rotman, residente de Ein Hashlosha y a cargo de este criadero avícola.
Los pavos sin vida todavía están siendo retirados del kibutz (comunidad agrícola) y Rotman estima que la pérdida económica directa asciende a unos 180.000 séqueles, más de 40.000 euros, que espera que cubra el Ministerio de Hacienda.
Israel, donde tanto musulmanes como judíos no consumen carne de cerdo por sus creencias religiosas, es un gran consumidor de embutidos de pavo, por lo que son varios los kibutz aledaños al enclave palestino que se dedican a la cría de engorde de esta ave, que después venden a cooperativas.
En los últimos dos meses, grupos de palestinos han lanzado hacia Israel desde la Franja cientos de cometas, globos e incluso condones hinchados con helio con cócteles molotov o materiales inflamables, que han causado fuegos en bosques y campos adyacentes a la frontera que han arrasado más de 2.000 hectáreas.
El ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman, advirtió hoy al grupo islamista Hamás, que gobierna de facto en el enclave desde 2007, de que Israel no permitirá que “ grupos terroristas palestinos ” continúen lanzando artefactos incendiarios.
“ Si alguien piensa que será posible continuar con las cometas y los incendios diarios, está equivocado ” , dijo Lieberman esta mañana.
El Ejército ha empezado a disparar cerca de los grupos que se disponen a lanzar los artefactos y ha destruido también con un bombardeo el coche de un palestino al que considera cabecilla de este movimiento, en una advertencia de lo serio del asunto.