Papa Francisco denuncia contaminación del agua

CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco, en la audiencia general de los miércoles, denunció hoy que “para explotar minerales, se contamina el agua, que da vida”.

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Francisco afirmó que el ser humano “se deja tomar por el egoísmo y termina por arruinar también las cosas más hermosas que le fueron confiadas. Y así también ocurrió con lo creado”.

“Pensemos en el agua, el agua es una cosa hermosa, el agua es tan importante, nos da la vida, el agua nos ayuda en todo, pero para explotar minerales se contamina el agua, y se ensucia la creación y se destruye la creación. Este es un ejemplo, hay tantos otros”, enfatizó.

El Papa, que hoy reanudó las audiencias generales en la plaza San Pedro, tras la pausa invernal en el aula Pablo VI, llevó adelante su catequesis titulada “En la esperanza nos reconocemos todos salvados” Jorge Bergoglio recordó que “la creación es un don maravilloso que Dios puso en nuestras manos para que podamos entrar en relación con él y podamos reconocer ahí la marca de su diseño de amor, a cuya realización todos somos llamados a colaborar, día a día”.

Tentado del egoísmo, recordó el Pontífice, el hombre es llevado a arruinar incluso “las cosas más hermosas que le fueron confiadas”. Y aquí dio el ejemplo del agua.

Otra cosa señalada por el Papa es la de los “lamentos de la creación”, de los cuales habla san Pablo, “invitándonos a prestar atención a éstos”. “Lamentos de la creación”, dijo Francisco, es una expresión fuerte. Se trata no de lamentos, “lamento estéril, desconsolado, sino como precisa el Apóstol son los lamentos de una mujer que esta por dar a luz, son los lamentos de quien sufre pero sabe que está por llegar una vida nueva”.

Bergoglio también recordó que tantas “veces incluso nosotros cristianos estamos tentados por la desilusión, por el pesimismo... A veces nos dejamos arrastrar por el lamento inútil, o permanecemos sin palabras y no sabemos ni siquiera qué pedir, qué esperar...”. “Pero nuevamente nos viene en ayuda el Espíritu Santo, respiro de nuestra esperanza, el cual mantiene vivo el lamento y la espera de nuestro corazón”, prosiguió.

Y agregó: “El Espíritu ve para nosotros más allá de las apariencias negativas del presente y nos revela ya ahora los cielos nuevos y la tierra nueva que el Señor está preparando para la humanidad”.

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