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Jorge Mario Bergoglio se encuentra hoy de visita en las ciudades de Cesena y Boloña, en la región italiana de Emilia-Romaña. La cuestión migratoria, muy cara a su persona, fue abordada al visitar un centro de recepción de extranjeros en Boloña.
“El fenómeno requiere una visión y gran determinación en la gestión, inteligencia y estructuras, mecanismos claros que no permitan distorsiones o explotaciones, todavía más inaceptables porque son ejercidos sobre los pobres”, enfatizó.
“Algunos de ustedes son menores de edad: estos muchachos y muchachas tienen particular necesidad de ternura y tienen derecho a la protección, que prevea programas de custodia temporal”, dijo el Papa al reunirse con los migrantes.
“Vengo en medio de ustedes porque quiero llevar en los míos sus ojos, en el mío vuestro corazón. Quiero llevar conmigo vuestros rostros que piden ser recordados, ayudados, diría ’adoptados’, porque en el fondo buscan a alguien que apueste en ustedes”, afirmó Francisco.
“Son luchadores de esperanza. Alguno no llegó porque fue tragado por el desierto o el mar. Los hombres no lo recuerdan, pero Dios conoce su nombre y lo recibe consigo”, afirmó sobre los migrantes que mueren en el intento de llegar a Europa.
“La esperanza no se vuelve desilusión o, peor, desesperación, gracias a tantos que los ayudan a no perderla. En mi corazón quiero llevar el temor de ustedes, las dificultades, los riesgos, la incertidumbre”, dijo Bergoglio.