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“Las inversiones fueron reducidas en 37% comparadas con el plan anterior” , dijo en un comunicado la compañía, que asumió pérdidas por más de 2.000 millones de dólares en 2014 debido a contratos amañados que enriquecieron a jerarcas de la empresa, a decenas de políticos y desviaron fondos para varios partidos.
Una asesora de prensa de Petrobras explicó a la AFP que para definir la baja porcentual del 37%, se usó como comparativo del programa de negocios anterior un total de 206.800 millones de dólares (y no los 220.600 millones originales) “porque había unos 13.800 millones en proyectos que estaban en evaluación y que no fueron considerados esta vez” .
Teniendo en cuenta esta nueva cifra, la monumental reducción de inversiones asciende a 76.500 millones de dólares, en lugar de los 90.300 millones informados en un principio.
“El objetivo del plan es colocar a la empresa en el rumbo correcto” , dijo el lunes por la noche el presidente de Petrobras, Aldemir Bendine, en una conferencia de prensa en Rio de Janeiro.
Fuertemente endeudada, la mayor empresa de Brasil prevé desinversiones por 15.100 millones de dólares para 2015-2016 y “esfuerzos en reestructuración de negocios, desmovilización de activos y desinversiones adicionales, que totalizan 42.600 millones de dólares en 2017-2018” , según señaló el comunicado.
Según Bendine, pese a que prevé un importante recorte, el plan “tiene un valor de inversiones bastante expresivo y podrá dar un nuevo impulso a la cadena (productiva de gas y petróleo)” .
Petrobras destinará el 83% de las inversiones al apartado de exploración y producción, fundamentalmente para desarrollar la joya de la corona, las reservas ubicadas bajo una gruesa capa de sal a varios km de profundidad bajo el lecho marino, que quedará con casi 60.000 millones de dólares durante el período revisado.
“El anuncio del plan de negocios es muy positivo (...) El recorte va muy en línea con lo que el mercado esperaba. Es un plan más consciente con las premisas del mercado actual, como precios del crudo y tasa de cambio” , dijo Luiz Pereira, analista de la consultora Guide Investimentos en Sao Paulo, para quien la compañía también tiene que achicar su deuda.
“La gran intención de Petrobras es ser exportadora de Petróleo a partir de 2017, pero primero tiene que restaurar la confianza del mercado” , añadió.
Tras una jornada de oscilación, las acciones de la petrolera cayeron más de 3% en el Ibovespa, principal índice de la Bolsa de Sao Paulo.
La empresa proyecta alcanzar una producción total de crudo y gas (tanto en el país como en sus operaciones en el exterior) de 3,7 millones de barriles por día para el 2020, “año para el cual estimamos que el pre-sal representará más del 50% de la producción total de petróleo” , detalló el comunicado. En su balance del primer trimestre de 2015, la compañía reportó una producción de 2,8 millones de barriles diarios.
La confabulación entre empresarios, exdirectivos de Petrobras y operadores políticos, bautizada “Petrolao” , ya llevó a prisión a los presidentes de las constructoras Odebrecht y Andrade Gutierrez, dos gigantes del sector que facturan miles de millones de dólares anuales. Y también al extesorero del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) que gobierna Brasil desde hace 12 años y al que pertenece la presidenta Dilma Rousseff.
Con exdirectivos de Petrobras ya condenados por corrupción y lavado de dinero, la trama tiene bajo investigación a 22 diputados, 13 senadores y dos gobernadores.
El proceso, aún en desarrollo, amenaza con llegar hasta las puertas del propio Palacio de Planalto, luego de que -según revelaron profusamente medios locales- la justicia obtuviera testimonios de involucrados que señalan supuestas irregularidades en la financiación de las campañas para las elecciones presidenciales.
Esas declaraciones surgieron de personas que acordaron confesar sus acciones a cambio de que les reduzcan sus eventuales condenas.
Desde Nueva York, la presidenta Rousseff negó este lunes ante la prensa haber recibido fondos ilegales para su campaña.
Cuando en abril Petrobras publicó su muy demorado balance del 2014, auditado por PricewaterhouseCoopers, informó una pérdida interanual de 7.174 millones de dólares, su primer rojo desde 1991, y definió en 2.059 millones el costo del escándalo de corrupción que durante 10 años carcomió a la compañía.