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“A partir del día de hoy comenzamos con una labor de vigilancia y patrullaje”, dijo el subdirector de la Policía Nacional, Ramón Avellán, al leer los acuerdos, acompañado de los otros actores.
Los enfrentamientos del sábado pasado en Masaya dejaron al menos dos víctimas mortales y sólo la Cruz Roja atendió a más de 40 heridos.
También hubo saqueos a supermercados y a tiendas, y fue quemado parcialmente el mercado de artesanías. “Vamos a patrullar toda la ciudad de Masaya, exceptuando el barrio (indígena) de Monimbó”, indicó el jefe policial. Monimbó, conocido como la cuna del sandinismo, fue el primer barrio de Masaya, ubicada 28 kilómetros al sureste de Managua, en apoyar a los estudiantes.
Yubrank Suazo, del estudiantil Movimiento 19 de Abril, explicó que no se incluyó a Monimbó porque sus habitantes no confían en la Policía Nacional. Masaya es el lugar donde se gestó la insurrección final contra la dictadura de Somoza (1937-1979) y hasta antes de la actual crisis que atraviesa Nicaragua, estaba considerado como un bastión del sandinismo.
Nicaragua cumple hoy 30 días de una crisis que ha dejado entre 58 y 65 muertos, según cifras de organizaciones humanitarias.
La crisis incluye multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Daniel Ortega, que comenzaron con protestas en contra de unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a las víctimas mortales de los actos represivos.
Nicaragua espera que el diálogo nacional, que se retomará mañana viernes, ponga fin a esa crisis.