Por conocer a su nieto, cayó uno de los 10 prófugos más buscados de Argentina

Es el excomisario Héctor Amarilla (57), quien en 2013 ejecutó a un adolescente que robó una camiseta de fútbol.

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Héctor Alejandro Amarilla (57) estaba en la lista de los 10 prófugos más buscados del país. Tenía pedido de captura internacional.

En 2013 era el jefe de la Comisaría 2° de Lanús cuando ejecutó de un disparo a Nicolás Vázquez, de 18 años, quien escapaba tras haber robado, sin armas, una camiseta de la selección española de fútbol de un negocio adonde Amarilla hacía tareas adicionales como custodio.

Quienes lo buscaban estaban esperando que cometiera un error, generalmente vinculado a algún tema familiar. Y ese paso en falso llegó, porque su hija dio a luz y entonces el ex comisario salió de la clandestinidad.

Según contaron las fuentes a Clarín, el acusado volvió de Paraguay, adonde permanecía escondido, y fue hasta la casa de su hija, en el partido de La Matanza de Buenos Aires, para conocer a su nieto. Allí, personal de Unidad de Inteligencia Buenos Aires de la Gendarmería lo detuvo el pasado domingo. Tras su arresto, el ex comisario quedó a disposición de la UFI N° 8 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Nicolás Kaszewski. Lo imputan por "homicidio doblemente agravado por alevosía y por su condición de funcionario policial".

El 25 de septiembre de 2013, pasadas las 15:00, Amarilla, quien era el titular de la comisaría 2° de Lanús, estaba de civil cuando vio a Vázquez salir corriendo de un local ubicado en el centro de Lanús, tras haber robado una camiseta de la selección de España.

Según los familiares de la víctima, el policía lo persiguió y a 150 metros del lugar le disparó en el cuello, pese a que el adolescente levantó las manos y no portaba armas.

Desde un principio, fuentes policiales aseguraron a la prensa que se había tratado de un enfrentamiento, mientras que los familiares afirmaban que varios testigos habían visto al comisario disparar y que se trataba de un caso de "gatillo fácil".

De acuerdo a las fuentes, Amarilla era custodio del local de indumentaria deportiva en el que el adolescente se había probado tres remeras de fútbol y salió corriendo con una de ellas puesta.

Horas más tarde, el policía apareció en la comisaría con un disparo en una pierna y dos armas: la reglamentaria y otra con el número limado que, luego se demostró, era de otro agente.

Por su captura, había una recompensa vigente de 500 mil pesos. Amarilla tuvo seis causas más por abuso de autoridad y fue exonerado de la Policía Bonaerense.

Fuente: Clarín

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