Presidente de Ucrania da plazo de una semana para pacificar el este del país

KIEV. El nuevo presidente ucraniano Petro Poroshenko se puso como objetivo este domingo poner fin, de aquí a una semana, a los combates en el este de Ucrania, presa de una mortífera insurrección prorrusa, tras iniciar negociaciones con Rusia.

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Estas negociaciones, organizadas por Kiev, fueron decididas durante una breve conversación el viernes entre el nuevo mandatario ucraniano y el presidente ruso, Vladimir Putin, durante las ceremonias de conmemoración del desembarco de Normandía.

“Debemos poner fin a los combates esta semana”, dijo Poroshenko, que asumió su cargo el sábado, citado en un comunicado de la presidencia ucraniana al cierre de un primera ronda de conversaciones.

Las discusiones tripartitas, que reunieron al embajador de Rusia en Ucrania, Mijaïl Zurabov, al embajador de Ucrania en Alemania, Pavlo Klimkine, y a una representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), tendrán lugar diariamente hasta para poner en pie un plan de pacificación del este de Ucrania, indicó la presidencia.

“Cada día en el que gente muere, cada día en el que Ucrania paga un precio tan fuerte, es inaceptable”, subrayó Poroshenko.

“Es por ello que se debe primero restablecer el buen funcionamiento de la frontera de Ucrania para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos ucranianos que viven en Donbass (región del este de Ucrania), independientemente de las preferencias políticas”, añadió.

La insurrección prorrusa en el este de Ucrania, orquestada por Moscú según Kiev, y la “operación antiterrorista” lanzada por las fuerzas ucranianas para controlarla han dejado en casi dos meses más de 200 víctimas (rebeldes, fuerzas ucranianas y civiles).

El nuevo presidente ucraniano Petro Poroshenko se enfrenta al enorme desafío de devolver la paz al país que se encuentra al borde de la guerra civil, y normalizar relaciones con Rusia, acusada de apoyar la rebelión prorrusa del este.

Deberá también llevar a cabo negociaciones con Moscú para evitar un corte del suministro de gas ruso. Está prevista una reunión sobre este tema el lunes en Bruselas.

En el terreno, los enfrentamientos continuaban este domingo. El sábado y el domingo por la noche, los rebeldes lanzaron un asalto fallido contra el aeropuerto de Lugansk, uno de los pocos lugares de la zona controlado por las fuerzas ucranianas, según una fuente militar.

Los medios de comunicación ucranianos informaron también sobre ataques separatistas con mortero en el bastión prorruso de Slaviansk, en donde se escucharon varias explosiones el domingo.

No obstante, tanto ucranianos como occidentales esperan que se apacigüe este conflicto, sin precedentes desde la guerra fría, tras la investidura de Poroshenko, que prometió tender la mano al este rebelde.

El nuevo mandatario expresó en ruso “un mensaje de paz” a los habitantes del este del país y se comprometió el sábado a llevar a cabo una descentralización del poder y garantizar el uso libre de la lengua rusa.

Por el contrario, el multimillonario de 48 años, rechazó todo “compromiso” con Rusia acerca de la orientación europea de su país y la pertenencia de Crimea a Ucrania.

El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, declaró en una entrevista publicada el domingo que solo negociaciones “directas y substanciales” entre Moscú y Kiev podrían solucionar la crisis.

Steinmeier también instó al gobierno de Ucrania a mantener un “sentido de la proporción” en sus operaciones militares para evitar que las filas de los combatientes se alarguen.

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