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“La OTAN no juega el papel de una organización que ayude a una resolución del conflicto por la vía pacífica. Crea una apariencia de permisividad total, y es una camino muy peligroso”, escribió Grushkó en su Twitter.
Al mismo tiempo, advirtió que “cualquier juego político en torno a la ampliación de la OTAN a Georgia y Ucrania puede traer consecuencias geopolíticas muy serias y profundas para toda Europa”.
La crisis ucraniana, agregó el diplomático, “fue usada por la OTAN para volver a sus orígenes y demostrar, en primer lugar a los países de Europa Occidental, que la Alianza está demandada y se ocupa de asuntos de seguridad”.
“La OTAN ha congelado todo el trabajo de cooperación constructiva con la parte rusa y ha emprendido de facto la creación de un nuevo 'telón de acero' en Europa”, subrayó.
Las relaciones entre Rusia y Occidente atraviesan uno de sus peores momentos de las últimas décadas, sin precedentes desde la guerra fría, por el papel de Moscú en la crisis de Ucrania.
La Alianza Atlántica y Estados Unidos han reforzado ya su presencia en Europa del Este y los países bálticos y han anunciado planes para seguir en esa dirección.
Mientras, Moscú ha incrementado sensiblemente el número de ensayos de sus armas nucleares y de maniobras militares tanto en las fronteras con la UE como en otras regiones del país.
Tanto Kiev como Occidente acusan a Rusia de apoyar con armas e incluso tropas a los separatistas prorrusos que actúan en el este de Ucrania, escenario de una guerra desde abril del año pasado.