Seis muertos en encalladura de buque italiano

ROMA. Seis personas perecieron la noche del viernes al sábado después de encallar un buque italiano con más de 4.000 personas a bordo en el sur de Toscana, según un nuevo balance de la prensa italiana.

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El "Costa Concordia" , que realizaba un crucero por el Mediterráneo, encalló la noche del viernes en un banco de arena cerca de la isla de Giglio, en el sur de Toscana, llevando a bordo 4.231 pasajeros -entre ellos numerosos extranjeros- y la tripulación, evacuados en su gran mayoría, según los guardacostas.

Varias personas se encontraban heridas, dos de ellas de consideración, según la prensa italiana.

En el buque iban un millar de pasajeros italianos, medio millar de alemanes y 160 franceses, según la armadora, que no dio más detalles sobre las nacionalidades representadas a bordo.

Unas 200 personas seguían a bordo del paquebote a las 02H30 GMT, según el prefecto de la vecina ciudad de Grosseto, Giuseppe Linardi.

"A las 20:00 (19:00 GMT), el ’Costa Concordia’, de 290 metros de eslora (...) empezó a inundarse y a dar de banda 20 grados", según un comunicado de los guardacostas.

La armadora Costa Crociere precisó en un comunicado que el barco transportaba 3.200 pasajeros y un millar de miembros de la tripulación.

Indicó que el barco salió de "para emprender una gira por el Mediterráneo desde Savona, con escalas previstas en Civitavecchia, Palermo, Cagliari, Palma de mallorca, Barcelona, Marsella y (regreso a ) Savona" .

Unidades de los guardacostas y otros barcos, sobre todo transbordadores entre la costa toscana y la pequeña isla de Giglio, se dirigieron a la zona para participar en la evacuación de pasajeros y miembros de la tripulación.

El alcalde de Gigli, Sergio Ortelli, preparaba la isla para acoger a varios millares de personas.

Luciano Castro, un testigo, indicó a la prensa italiana que hacia las 21:30 los pasajeros "estaban cenando cuando se fue la luz, siguieron un golpe y luego un fragor y los cubiertos se fueron al suelo".

Cuando volvió la luz, el comandante anunció una avería del generador eléctrico y garantizó una reparación rápida, pero unos pasajeros se percibieron que el barco estaba ladeado.

La tripulación invitó a todo el mundo a ponerse los chalecos salvavidas y juntarse en el puente delante de las chalupas.

Luego vino la orden de abandonar el buque: siete timbrazos cortos y una larga, según el testigo.
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