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Cuatro de las víctimas mortales fallecieron en la provincia central de Hubei, una de las áreas más afectadas, y las otras dos en la vecina municipalidad de Chongqing.
Las lluvias torrenciales, que comenzaron el pasado jueves, causaron inundaciones y corrimientos de tierra en algunas zonas de Hubei, donde 171 viviendas se derrumbaron a causa de estos desastres naturales y 649 personas tuvieron que ser evacuadas.
En la vecina Chongqing otro centenar de casas quedaron destruidas y el número de evacuados ronda el millar, según informaron las autoridades locales.
En la ciudad oriental de Nankín, una de las mayores de China y a orillas del río Yangtsé, se registraron ayer precipitaciones de 245,1 milímetros, las mayores en 66 años, que obligaron a cancelar 120 vuelos locales y a decretar la alerta roja por tormentas.