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Ambos intentan reafirmar sus credenciales en materia de política internacional en las Naciones Unidas.
La aspirante demócrata, Hillary Clinton, dijo el pasado fin de semana que se reuniría con Abdel Fattah al-Sisi y con los dirigentes de Japón y Ucrania al margen de la Asamblea General de la ONU. Estuvo una hora reunida a puertas cerradas con el mandatario egipcio, y más tarde dijo que habían abordado temas como la lucha anti-terrorista y los derechos humanos.
El encuentro de Trump con Al Sisi —la primera vez que el candidato republicano se encuentra con un dirigente del mundo musulmán— pareció ser una respuesta al programa de su oponente. El magnate inmobiliario, quien propuso prohibir el ingreso e musulmanes a territorio estadounidense, habló con Al Sisi en el aeropuerto neoyorquino de La Guardia tras su llegada de un viaje de Florida.
Trump le comunicó a Al Sisi —quien fue muy criticado por organizaciones de derechos humanos por su intolerancia hacia los disidentes— que “bajo una administración suya Estados Unidos sería un amigo leal, y no solo un aliado, con el que Egipto podrá contar”.
En una entrevista con la cadena Fox en la mañana del lunes, Trump dijo que también figuraban en su agenda reuniones con otros líderes extranjeros. “No quiero decir específicamente con quién, pero vendrán un par de personas. Ya me he reunido con un par”, declaró.
Además de un encuentro con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, Clinton también se reunió con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y aseguró que Estados Unidos ayudaría a Kiev “ante la agresión rusa” —una indirecta a Trump, quien ha elogiado repetidamente al presidente Vladimir Putin.