Un año después del mortífero atentado con camión, Niza no olvida

NIZA. “Un camión embistió a la multitud y desgarró a Francia”.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/2U2URA37KBDHVIIYN7SF6UUBOI.jpg

Cargando...

Cuando la prima de una de las 86 víctimas del atentado de Niza recuerda el ataque perpetrado hace un año, enmudece la muchedumbre que sigue el homenaje nacional de este viernes por pantalla gigante.

“Los dioses de los unos y las estrellas de los otros no tienen nada que ver con esto”, prosigue Pauline Murris, con voz entrecortada por la emoción.

Tras el paso de los aviones de la patrulla de Francia que han teñido el cielo de la ciudad sureña con los colores de la bandera nacional -azul, blanco y rojo-, el ambiente se ha ensombrecido con la lectura de los 86 nombres y la edad de las víctimas mortales del ataque, en un acto presidido por el mandatario francés Emmanuel Macron.

A unos centenares de metros de la ceremonia, ante una pantalla gigante, todos escuchan, inmóviles. Un hombre llora en silencio, ocultando los ojos tras unas gafas de sol.

Durante el minuto de silencio, la asistencia se levanta. Apenas hay banderas, pero con las primeras notas de la Marsellesa todos se cuadran.

Hakim Djaoued, de 43 años, ha venido con sus dos hijos. “Para explicarles lo que ocurrió”, explica, y porque “hay que ser solidario con las víctimas, aunque sea de forma indirecta”.

El sol resplandece, el calor es asfixiante. Florence, de 64 años, dice que ha acudido al homenaje “por solidaridad con las familias enlutadas”. El año pasado estaba en el Paseo de los Ingleses, la célebre rambla de Niza donde se habían congregado las víctimas del atentado para ver los tradicionales fuegos artificiales del 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa. “Podríamos haber sido nosotros” , recuerda Florence.

“Tenemos una amiga en la tribuna (oficial) que perdió a su sobrina. Hemos venido a apoyarla”, cuenta Mariana, una treintañera originaria de Niza.

 En el lugar del ataque, reina un silencio inhabitual, aunque muchas personas siguen afluyendo para recordar a las víctimas.

Muchos supervivientes de la tragedia, anónimos y turistas extranjeros han respondido a la llamada del Ayuntamiento y han colocado una a una 12.000 placas pintadas de azul, blanco y rojo, con los nombres de los 86 fallecidos, para formar en letras gigantes las palabras “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, el lema de Francia, a escasos metros del lugar del atentado.

Con motivo del homenaje, las autoridades han prohibido el tráfico en gran parte del centro de Niza y se han previsto fuertes medidas de seguridad, con numerosos policías vestidos de civil.

Entre los diversos actos de conmemoración, los floristas de Niza han decidido distribuir rosas blancas. Y en una cumbre del Himalaya, una expedición organizada por familiares de fallecidos en el ataque depositó 86 guijarros pintados por colegiales.

Televisiones del mundo entero han viajado a Niza y, en el micrófono de un periodista, un hombre vestido con una camiseta amarilla dice:

“¡Es insoportable ver a niños muertos!”, señalando la calzada donde el camión atropelló a las víctimas el año pasado.

“Nunca olvidaremos esa barbarie monstruosa”, ha asegurado el alcalde de Niza, Christian Estrosi, durante la ceremonia oficial.

Macron ha prometido por su parte que no abandonará a las víctimas, ya respecto a la ayuda material o al “deber de claridad” sobre la actuación de los servicios de seguridad, que muchos consideraron laxista durante el atentado.

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...