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El navío, bautizado como “Grande America” y operado por el armador Grimaldi Group, viajaba con 26 miembros de equipaje y un pasajero, que fueron evacuados sanos y salvos en la madrugada del lunes.
El barco, de 214 metros de longitud y pabellón italiano, contenía vehículos y contenedores, una decena de los cuales cayeron al agua antes de su hundimiento.
El ministro francés de Transición Ecológica, François de Rugy, indicó este martes en la Asamblea Nacional que el Estado centra ahora sus esfuerzos para contener una posible contaminación y averiguar el contenido exacto de la carga.
El incendio se declaró el domingo por la noche, cuando el aparato se encontraba a la altura del Golfo de Gascuña, en el suroeste de Francia, y se intensificó en las últimas 24 horas.
La Prefectura Marítima del Atlántico indicó en un comunicado que la fuerte degradación de las condiciones meteorológicas en la zona había limitado la capacidad de intervención de los medios desplegados para controlar la situación.
En la operación intervinieron también las autoridades marítimas británicas. “La solidaridad entre marinos se confirma y eso es una buena noticia”, concluyó De Rugy en su intervención ante los diputados.