Viaje del Papa, con gran atención hacia culturas indígenas

VATICANO. El Vaticano dijo hoy que los encuentros ya programados confirman que habrá una gran atención a las diferentes etnias y culturas indígenas en el viaje del papa Francisco a Ecuador, Bolivia y Paraguay.

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Esta es una de las características en este viaje del 5 al 13 de julio, en que el Papa visitará por primera vez en un mismo periplo tres países y tendrá que hacer hasta siete vuelos, lo que “será bastante fatigoso”, añadió el portavoz Vaticano, Federico Lombardi, al dar los últimos detalles.

Un total de 48 horas en cada país y dos localidades visitadas en cada nación, así será el viaje del papa a Latinoamérica. Según el programa oficial, el pontífice argentino pronunciará 22 homilías y mensajes, todas ellas por primera vez en español, ya que se trata de su primer viaje a países de habla hispana.

Además, en todas las ceremonias habrá una fuerte presencia de los otros tres idiomas de los pueblos indígenas: el quechua, el guaraní y el aymara. “El Papa animará así a construir una sociedad armoniosa e integrada”, agregó Lombardi. Pero además se escucharán durante las ceremonias melodías incas y la música que sonaba en las reducciones jesuitas como un homenaje a estas culturas.

Lombardi señaló que la elección de estos países para el “regreso” del primer papa latinoamericano al continente no es casual, pues “ha decidido ir a países que no son los geopolíticamente más importantes”. Además, Lombardi destacó que son países que tienen un pasado de conflictos y dictaduras, lo que puede hacer que el Papa haga referencia en sus mensajes a la importancia del “desarrollo democrático y de la paz”.

Francisco ha querido mostrarse cercano a la población y está previsto que recorra en cada país decenas de kilómetros en el papamóvil para que todos le puedan saludar a su paso. El viaje comenzará en Ecuador con la llegada a las 15.00 hora local (20.00 GMT) al aeropuerto internacional Mariscal Sucre de Quito, donde habrá una ceremonia de bienvenida y discursos de Francisco y del presidente ecuatoriano, Rafael Correa.

El día siguiente será una etapa que el Papa ha insistido mucho en celebrar, con la visita al santuario de la Divina Misericordia en Guayaquil, aunque la misa se celebrará finalmente en el parque de los Samanes, al contar con mayores medidas de seguridad y con una capacidad para un millón y medio de personas.

En Guayaquil, el Papa ha pedido expresamente visitar el colegio Javier, donde almorzará con la comunidad de los jesuitas y con un “viejo amigo”, el español Francisco Cortés, conocido como padre Paquito, de 91 años y con quien mantuvo una estrecha relación en el pasado ya que enviaba a este lugar a sus alumnos a continuar su formación cuando era rector del colegio argentino San José.

El miércoles 8 de julio, el papa Bergoglio visitará en Quito una residencia de ancianos y, tras un encuentro con el clero, religiosos, monjas y seminaristas, partirá en dirección a la capital boliviana, La Paz. Su visita a Bolivia comenzará con una visita de cortesía al presidente Evo Morales en el Palacio de Gobierno, seguido por un encuentro con las autoridades civiles en la catedral de La Paz.

Para no sufrir demasiado la altitud, el Papa permanecerá sólo cuatro horas en la capital más alta del mundo y partirá la tarde de ese mismo día hacia la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Allí celebrará una santa misa en la plaza del Cristo Redentor y participará en el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares en el centro de Expo Feria. En Bolivia, Francisco vivirá uno de los momentos más esperados e importantes de este periplo, ya que visitará la cárcel de Palmasola, una verdadera “ciudad” donde el Papa escuchará algunos testimonios de los presos y les dará un discurso.

La última etapa de su viaje será en Paraguay, donde, tras la habituales encuentros protocolarios del primer día, continuará su visita en el hospital pediátrico Niños de Acosta Ñu y presidirá una misa en la explanada del santuario mariano de Caacupé. El último día, el domingo 12 de julio, Francisco visitará a la población del Bañado Norte, una zona pobre de la ciudad donde viven 23.000 familias. Presidirá una misa en el campo de Ñu Guazú y, antes de partir hacia Roma, mantendrá un encuentro con los jóvenes en la bahía de Asunción. 

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