Constitucionalista pueblerino

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Para refutar la afirmación de quienes dicen que la Tierra está más lejos de la luna que del Sol, tendremos que recurrir a un astrónomo para dilucidar el caso porque nosotros no manejamos los instrumentos de medición adecuados.

Sin embargo, si afirman que la Luna ilumina mejor que el Sol, no será necesario consultar a un experto en fotometría, ya que la capacidad visual común es suficiente para demostrar la falsedad de la opinión.

De igual manera, tampoco necesitamos recurrir a la Corte Suprema de Justicia para interpretar el Art. 189 de la Constitución Nacional porque su texto es clarísimo, indubitable: “Los expresidentes serán senadores vitalicios...”, por tanto, aun para el hablante de castellano básico no pueden ser otra cosa, no pueden ser senadores activos.

No obstante, si persiste la duda, sería útil indagar en la Real Academia Española si acaso existe alguna fórmula gramatical especial para uso exclusivo de políticos obcecados, una especie de ñembotavy lingüístico que les permita soslayar el sentido imperativo del vocablo “serán” y adjudicarle otro menos categórico, como por ejemplo: “podrán”.

Si no existe este subterfugio semántico nos queda la posibilidad de preguntar a la Academia de la Lengua Guaraní si la palabra castellana “serán” tiene un significado diferente en nuestro inefable jopara, como ocurre, por ejemplo, con la expresión “ipeligro” que no constituye ningún peligro sino probabilidad, o, “iformal”, que no significa formalidad sino todo lo contrario, o, “ndache juiciovéi” que no implica locura sino simple disminución de la memoria.

Sea como fuere tan importante como definir exactamente el alcance del Art. 189 es definir correctamente nuestra posición al respecto: Si apostamos por la institucionalidad de la República o sucumbimos ante los pronósticos de unos cuantos traidores a la patria que amenazan con sembrar el caos administrativo si no consentimos con su abyecta ambición de violar la Constitución.

Víctor Manuel Ruiz Díaz

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