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Lo que conocemos como sueños, entendidas como las estructuras alucinadas aleatorias, también se denominan ensueños.
Pueden resultar incoherentes, aunque están impulsados por información albergada en el inconsciente de cada uno de nosotros que, durante el estado de insomnio, es reprimida. El concepto de ensueño, también se utiliza para nombrar a los deseos, ideales o planes de difícil concreción en la vida real.
Consecuentemente, un ensueño es un suceso, proyecto, aspiración o cosa que se anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice y en el que se piensa con placer. En función de los conceptos enunciados precedentemente y dado que no escuché ni leí comunicado oficial alguno de los partidos y organizaciones sociales rechazando la corrupción de “personalidades” de los tres poderes del Estado, de la UNA, de la Policía Nacional, de los Municipios y de otras instituciones nacionales, se hizo presente en mi memoria el siguiente ensueño: Que la población paraguaya, unida y sin banderías políticas, se levante enérgicamente contra los delincuentes y protectores que dirigen las organizaciones del Estado paraguayo, hasta que acaben definitivamente los actos de corrupción en nuestra nación, y que nadie se lo ocurra amparar a sus promotores.
Como decía el dramaturgo hispano Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) en el monólogo más famoso del drama español, “La vida es sueño”, al final del primer acto, cuando Segismundo piensa en la vida y en su suerte: “Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.
Aunque un ensueño, es algo que se anhela y es muy improbable que se realice, con mucho placer, pienso que este ensueño se haga realidad.
Aníbal Reinaldo Pangrazio