Cargando...
Al inicio de la construcción del World Trade Center, sobre Aviadores del Chaco, lo primero que hicieron fue destruir con topadoras cuatro casillas o paradores que una empresa consciente había puesto para que los pasajeros de ómnibus esperáramos a cubierto del sol, la lluvia o el frío. Con buenos asientos de madera y techo, eran un resguardo para los que utilizamos el servicio público de transporte.
Terminó la construcción y no se han vuelto a colocar esos paradores. Reclamé con cartas dirigidas al empresario responsable, puesto que me habían dicho al inicio que harían mejores resguardos. Igualmente envié cartas a diarios y el silencio fue la respuesta.
Veo en ABC del 13 de noviembre, página 30, a los siempre sonrientes empresarios exitosos, como los califica la prensa, posando orgullosos y sin importarles las penurias de los pasajeros que soportamos en la cloaca que está frente al WTC. Creo que ya no cabe perder el tiempo enviando notas a estos incapaces de construir cuatro casillas frente al Shopping del Sol. Solo resta hacer lo que decía un compañero de colegio: “Orate Frates”.
Julio J. Medina Coronel