Un técnico paraguayo

 Dejémonos ya de recurrir a extranjeros, nuestros dirigentes creen que ellos por ser tales son mejores que los nuestros, aparte todo el platal que se les paga, ¿y para qué?, para hasta ahora el fracaso de siempre.

Confiemos en nuestra gente, nadie es mago en esta materia, todo ya se inventó en el fútbol, la parte psicológica es la gran materia pendiente, tenemos que convencerlos a nuestros jugadores de que sí se puede. La gran diferencia de nuestros técnicos con otros encumbrados técnicos extranjeros es la capacidad de motivar a sus dirigidos, no hay otra cosa.

Paguémosle bien a un profesional paraguayo, démosle lo que se les dan a los que vienen de afuera y creo firmemente que se hará mucho más de lo que se hizo hasta ahora. ¡Ah!, y otra cosa también no menos importante es el saber elegir y no caer otra vez en malas decisiones o por lo menos muy rápido; digo esto porque se lee en la prensa que uno de los candidatos sería Chiqui Arce, a pesar de que yo fui uno de los que propusieron este nombre, pero evidentemente fracasó y habría que darle más tiempo porque creo que está haciendo de herramientas para su formación más completa.

Me gustaría por ejemplo que se les tenga en cuenta a Carlos Jara Saguier, Mario Jacquet, Víctor Genes, Alicio Solalinde, hombres que conocen de raíz la idiosincrasia del paraguayo, y de los más nuevos serían Gustavo Morínigo, Tiburón Torres y por qué no José Luis Chilavert, hombre ganador cien por ciento, conocedor del ambiente futbolero, dirigencial, prensa y público, es decir, más que preparado para tan difícil misión.

Ojalá la tome quien la tome esta trascendental decisión tenga el acierto necesario para que todo un país vuelva a sonreír en el tema de fútbol.

Eleuterio Simón Samudio Franco