Cómo acostumbrar al gato al transportín

No hay gato que entre voluntariamente en su transportín. Meter al felino se convierte casi siempre en un drama o una pelea. Pero acostumbrando al animal -y empleando para ello paciencia- se puede lograr que el proceso sea más fácil.

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Lo primero en lo que debe pensar el dueño del gato es hacer que el suelo del transportín resulte cómodo: que no sea muy duro ni le resulte muy frío. Una toalla o su mantita favorita pueden servir para ello.

Acostumbrarlo es algo que hay que ir haciendo poco a poco. En algunos casos puede funcionar acostumbrar al gato primero a la parte de abajo del transportín y una vez logrado, ponerle el techo. Lo último será ponerle la puerta y cerrarla.

Darle algún premio para gatos a lo largo de todo este proceso puede ser de ayuda. También acariciarlo.

Una vez esté el animal dentro de su transportín, el dueño debe tener cuidado con el asa de la parte de arriba. Por el peso del gato, podría soltarse. Lo mejor, por ello, es agarrar el transportín con las dos manos.

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