Las leonas cazan, pero el "rey de la selva" come primero

Neil se acerca con su coche hasta las dos manchas blancas que sobresalen de la hierba. Como guardaparque en una reserva en Sudáfrica, el joven pasa muchas horas en la naturaleza y ve animales donde otros pasarían de largo.

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En el lugar que le llamó la atención hay un león y dos leonas. El macho, con su gran melena, realmente se ve como el rey de los animales.

Es muy emocionante ver al león de tan cerca, sin un vidrio de separación. El vehículo de Neil no tiene ventanas y el techo está solo cubierto por una lona.

Por suerte, los leones no consideran a las personas en el auto de safari como una posible presa, siempre y cuando se mantengan quietas. "Es porque los leones perciben al auto como un gran objeto y a las personas como parte del mismo", explica el guía.

Como el auto se mueve de manera diferente y tiene otro olor, las personas están seguras dentro del vehículo, agrega. Por lo tanto, Neil no necesita llevar armas consigo. "Normalmente no nos enfrentamos a situaciones en las que debemos utlizarlas", señala.

Hay algunas reglas: los visitantes no deben sacar sus brazos fuera del vehículo o hacer hacer movimientos bruscos.

De pronto, el león se levanta, deja su presa en la hierba y comienza a perseguir a una de las leonas, que había intentado apropiarse de una parte de la comida. Los rugidos del león son muy fuertes y excepto Neil, todas las personas en el auto parecen estar muy tensionadas.

"En realidad no conocemos a estos animales, pero sabemos cuál es su comportamiento", explica Neil, mientras el león da vueltas alrededor del auto y corre detrás de la leona. "Es normal, porque los machos generalmente comen en primer lugar", aclara. Y esto es así, pese a que por lo general son las hembras las que salen a cazar y no los machos.

Los leones suelen salir a cazar en manada, pero las hembras son más rápidas, más flexibles y menos visibles que los machos. Estos felinos se ponen al acecho: rodean a la presa, se aproximan y cuando están lo suficientemente cerca corren y se abalanzan rápidamente sobre ella.

Si el macho está cerca del lugar de la caza, va a reclamar para sí el botín. "Solo alcanza con que saque las garras, gruña y demuestre poder", señala el biólogo Ruben Holland.

Si la presa es grande, las leonas tratarán de acercarse para obtener una tajada y no dudan conseguir en usar la fuerza para conseguir una buena ración. Los últimos en alimentarse son los cachorros.

Los leones son animales perezosos y si se les presenta la ocasión le roban la presa a otros depredadores, como las hienas o los leopardos. Pueden pasarse horas mordisqueando los restos de animales muertos que encuentran en el suelo. Los leones no solo comen animales grandes como los búfalos, sino también insectos, pescados y ratones.

Después de la comida, duermen mucho, más de 20 horas al día. Se duermen cerca de la comida y si se despiertan con hambre siguen comiendo.

"No es inusual que se acerque una hiena o un chacal e intente disputarles la comida", indica Holland. Si un león está solo es posible que la hiena consiga apoderarse de una parte del festín, agrega.

"Es por eso que a menudo los leones llevan a sus presas a los árboles para ocultarlas de su rivales", agrega el especialista alemán.

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