Los cachorros de perro y gato necesitan mucho amor

Los cachorros de perro o gato enternecen siempre a los amigos de los animales. Son juguetones, dulces y divertidos, pero hay que saber que también necesitan mucha atención y un cuidado en el que hay que demostrarles mucho amor.

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"Quien esté pensando en tener un cachorro en casa debe pensar ante todo en la obligación y responsabilidad que tendrá que asumir durante muchos años", dice Rolf Spangenberg, autor de libros especializados y asesor en temas animales. Pero no es suficiente trasmitirles disciplina, sino también afecto.

"Los gatitos se convierte en gatos y los perritos, en perros y, con unos buenos cuidados, viven una media de entre diez y 16 años", explica.

Durante toda su vida necesitarán ser alimentados, jugar, así como cuidados por parte de los dueños y del veterinario. Serán además necearios mucho amor, comprensión y tiempo por parte de sus dueños.

Antes de dar el paso de tener en casa un cachorro hay determinadas cosas que se deben estudiar: dónde se quedará durante las vacaciones, quién se ocupará de él a diario, quién lo alimentará y lo cuidará.

En el caso de los perros hay también que pensar quién lo sacará a pasear, también cuando llueva, nieve o haga mucho calor. Y en el caso de los gatos, quién limpiará a diario el arenero.

Para que el desarrollo del animal sea normal, el cachorro necesitará tener mucho contacto con su dueño.

"Los cachorros de perro solo son adecuados para personas que tengan mucho tiempo y paciencia para criarlos", explica Bernhard Meyer, de la Federación Canina Alemana.

"Sobre todo hay que entender que tiene que aprender pautas, como las de hacer sus necesidades fuera de casa, y que en su ímpetu juguetón puedo romper algo".

"Lo mejor es que en un inicio se ocupe intensivamente de él un miembro de la familia", dice Meyer. "Y cuando llegue a casa habrá que darle la posibilidad de que explore su nuevo hogar con tranquilidad".

Los perros son animales de costumbres que necesitan sus rutinas. El comedero y el bebedero deben estar siempre en el mismo lugar, mejor si es en uno tranquilo.

Los cachorros debe comer a horas fijas entre cuatro y cinco veces al día. Ya de adultos, los perros comen una o dos veces por jornada.

Los juegos con su dueño y las caricias de este deben ocupar gran parte del día del cachorro. Como juguetes sirven unas zapatillas viejas o pelotas de goma.

Que se quede dormido durante el juego no es motivo de preocupación. Los cachorros tienen una gran necesidad de sueño y a veces este los puede de golpe.

Habrá que sacarlo a la calle varias veces al día para que haga sus necesidades. Aprenderá rápido que solo puede hacerlas en lugares determinados.

"Si en algún momento las hace en la alfombra de casa no hay que regañarlo ni castigarlo de ninguna forma", advierte Meyer.

"Eso le generaría inseguridad y podría desencadenar un trastorno de comportamiento". Una palabra de censura será suficiente para que sepa que ha hecho algo que no debe.

Quien decida tener un animal en casa, ya sea un perro o un gato, debe saber y admitir de antemano que habrá arañazos en los muebles, pelos de animal por la casa y en la roa, cables mordisqueados y otras huellas por la casa.

Alguien con niveles de tolerancia bajos es mejor que se compre un animal de peluche o de porcelana.

Mucho amor y comprensión necesitan también los cachorros de gato. En comparación con los perros, son más individualistas.

"Un gato se buscará él mismo el lugar para dormir, por ejemplo", apunta la veterinaria Ute Giebkes. También es él quien señala cuándo quiere jugar, cuándo ser acariciado y cuándo estar tranquilo.

"A los gatos no se les puede imponer nada", añade Giebkes. Pero también ellos necesitan ciertas rutinas. "Su comedero y bebedero deben estar siempre en el mismo lugar tranquilo y también tranquilo debe ser el sitio en el que tengan el arenero", dice.

Los cachorros de gato entienden enseguida para qué sirve el arenero, es un reflejo innato en ellos. Son muy limpios, por lo que hay que mantener limpios tanto su comedero y su bebedero como el arenero.

Les encanta jugar. Pequeños ratones de peluche o pelotas ligeras harán sus delicias. Habrá que poner a su disposición también un lugar en el que puedan hacerse las uñas.

Y para finalizar el día no habrá nada mejor para ellos que tumbarse en el regazo de su persona favorita en el hogar. Quién será está es algo que también determinarán ellos mismos.

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