El “reino africano” cuya princesa es una niña estadounidense

ABINGDON. Todos los padres están dispuestos a desvivirse cuando se trata de convertir a sus hijas en princesas. Y Jeremiah Heaton no iba a ser una excepción: él le ofreció a su hija Emily un “reino” en África.

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El 16 de junio, Heaton, habitante de Virginia (este de Estados Unidos) , decidió clavar una bandera sobre una parcela de tierra inhabitada en la frontera entre Sudán y Egipto para festejar los siete años de su hija. El “Reino de Sudán del Norte” había nacido.

“Nadie quiere decirle a una niña que ella no puede ser lo que sueña ser. En su mundo, una chica de seis años quiere ser una princesa”, explicó Heaton a la AFP . “Y yo le dije que era factible”.

Heaton se puso en busca de una parcela de tierra que pudiera transormar en “reino”.

“Busqué en principio en la Antártida, donde no vive nadie. Pero en virtud del Tratado Antártico nadie puede reivindicar territorio”, contó.

Sus investigaciones en internet lo llevaron finalmente a interesarse por Bir Tawil, una pequeña región desértica de varios centenares de kilómetros cuadrados, a caballo entre Egipto y Sudán y que ni uno ni otro reivindica. Encantado con su hallazgo, Heaton voló hasta Egipto.

“No vi las pirámides, no vi Luxor, no vi Alejandría. Yo sólo quería ir a la frontera y reivindicar Bir Tawil”, exclamó.

En total, la expedición le salió por menos de 3.000 dólares. Emily ya tiene grandes proyectos para “su reino": “Ayudaremos a los niños de África que no tienen nada para comer. Haremos un jardín que será tan grande como nuestro territorio”, dijo la niña.

De su parte, el padre cuenta con hacer un oasis ecológico para hacer crecer frutas y verduras gracias a las donaciones recaudadas a través de la web de financiamiento colectivo Kickstarter o de gobiernos extranjeros.

Evidentemente, está la cuestión de la legitimidad de este “reino” establecido en territorio extranjero. Para Edward Swaine, profesor de Derecho de la Universidad George Washington, en la capital estadounidense, no es tan simple.

“La primera cosa que hacer es probar que ese territorio no fue reivindicado por nadie. Y por lo que sé, esto no es evidente”, explicó. “Luego, (Heaton) debe efectivamente ocupar este territorio, y eso va más allá del simple hecho de clavar una bandera o de tomarse una foto”.

Y eso fue lo que Jeremiah hizo. Ya abrió una oficina en Washington y se vuelca ahora para que el “reino” de su hija sea reconocido.

“En mi opinión, cuando los gobiernos egipcio y sudanés se den cuenta de que vamos a ejercer una fuerza positiva en la región, comprenderán que lo tienen todo para ganar con el reconocimiento del Reino de Sudán de Norte”, se entusiasmó. Las embajadas de Egipto y Sudán no respondieron a los contactos de la AFP.

Aunque el “reino” de la pequeña Emily sea jurídicamente difícil de defender, el profesor Sawainte tiene unas palabras de consuelo.

“Si a una niñita se le entrega el título de princesa, ella lo es. El derecho internacional es muy claro en eso”, concluyó el jurista, socarrón.

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