Allanando el camino al poder

Inicialmente, Horacio Cartes tenía el camino a una candidatura a la presidencia obstaculizado por los reglamentos del Partido Colorado.

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La ambición de Horacio Cartes de llegar a la presidencia de Paraguay ya era firme hacia 2010, pero había un obstáculo importante para el poderoso empresario: los estatutos de la Asociación Nacional Republicana (ANR) por entonces estipulaban que una persona debía tener un mínimo de diez años de militancia en el Partido Colorado para poder candidatarse como representante colorado.

Sin embargo, el ambiente en el Partido Colorado, aún herido por su derrota en las elecciones presidenciales de 2008, en la que la victoria de Fernando Lugo supuso la primera vez en más de 60 años en que el poder se escapaba de las manos de la ANR, probó ser propicio para impulsar una revisión de ese reglamento, con la propuesta de posibilitar las candidaturas de nuevas figuras a fin de recuperar el poder. Voces como las de Lilian Samaniego y Juan Carlos Galaverna se mostraban a favor.

Esto finalmente llegó a su punto cumbre en la convención extraordinaria celebrada por el Partido Colorado en enero de 2011, presidida por el polémico senador Galaverna, en la que 793 asambleístas sometieron a votación la propuesta de modificar el estatuto.

Fue una jornada incidentada, con enfrentamientos físicos que incluyeron combates con sillas, mientras los asambleístas a favor de la modificación y los que se hallaban en contra maniobraban para intentar favorecer su posición. Eventualmente, tras ser aprobada la moción de que Galaverna presida la asamblea, gran parte de los presentes opuestos a la modificación abandonaron el lugar.

Cartes llegó a la convención en horas de la siesta, cuando la suerte ya estaba en su mayor parte cantada. A favor de la modificación general votaron 569 asambleístas.

Al final del día, fueron modificados los artículos 23, 30,57,85,105, 110, 114, 119, 121, 122 y 124 del estatuto, estableciéndose que para la candidatura a cualquier cargo electivo en representación de la ANR, incluyendo la presidencia y la vicepresidencia de la República, se requeriría una antigüedad como afiliado de solo un año (Artículo 110).

Con eso, al grito de “¡se siente, se siente, Horacio presidente!”, el camino de Cartes a la presidencia quedó allanado.

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