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Con esta medida, el Gobierno pretendía tener mayor poder en el norte del país para acabar con el grupo criminal. Sin embargo, pese a que el 22 de agosto en solo dos horas se modificaron varios artículos de la Ley 5.036/13, para darle potestad al presidente Cartes de enviar tropas a la zona de influencia del EPP, los resultados fueron escasos, casi nulos.
Una gran dotación de militares se acopló a los policías que estaban en la zona para formar lo que hoy se conoce como la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), pero, pese a que se invirtió mucho dinero las acciones concretas no aparecieron.
Horacio Cartes, a una semana de su asunción ya movió las piezas en el Parlamento y con los votos de los colorados, liberales y del Unace consiguió la mayoría para modificar los artículos. El Frente Guasu, Avanza País, PEN y PDP no pudieron frenar esta situación, pese a que esgrimieron que la Policía Nacional podría realizar la tarea de luchar contra el EPP y también custionaron que en solo dos horas se lograra modificar la ley.
Desde ese día, Cartes tuvo a todas las fuerzas militares y policiales a sus órdenes y sin tener que depender del estado de excepción ya pudo ordenar el envío de fuerzas al norte del país. Muchas críticas se levantaron ante esta medida de enviar militares a la zona de conflicto y todas señalaban que el aporte de los uniformados sería inutil.
No estuvieron los que vaticinaron esto, ya que a semanas de cumplirse un año de la creación de la FTC solo cosecharon procedimientos estériles, malestares con la Policía, que sufrió la muerte de 13 agentes y los militares tuvieron tres bajas mortales.