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La personalidad arrogante y soberbia del presidente de la República, Horacio Cartes, salió a relucir nuevamente esta mañana cuando le consultaron sobre su parecer respecto a las manifestaciones estudiantiles que le reclaman la promulgación de las notas reversales que endeudan a Paraguay por al menos 30 años, comprometiendo intereses del pueblo.
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En una escueta y desatinada respuesta que ni siquiera fue bien articulada, el jefe de Estado replicó ante el periodista de Telefuturo: “Baline (sic) de goma”.
Más tarde, Cartes pidió disculpas vía Twitter por las “expresiones publicadas”, sin admitir que fueron suyas.
Este tipo de afirmaciones desafortunadas que no se condicen con la investidura de un presidente y denotan una total falta de tacto en cuestiones trascendentales para la nación, se presta además a reflexionar sobre casos como el de Rodrigo Quintana, en que precisamente balas de la Policía Nacional segaron su vida, con la presunción de que la orden habría procedido del entorno cercano al mandatario.
Así, una vez más, el “olvidadizo” Cartes no recuerda sus palabras. Hace casi cinco años había pedido a los jóvenes paraguayos que “armen lío” si no cumplía con sus promesas electorales.
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“Ya no les puedo pedir paciencia, les pido sana rebeldía. Si este presidente no cumple, hagan lío; hagan lío, jóvenes. Ustedes son el presente”. Eso había pedido en su discurso de posesión de cargo el 15 de agosto de 2013.
Pero ahora, al cumplirse todo eso que esgrimió como una suerte de profecía, se atrevió a dar una respuesta que raya una premisa de regímenes totalitarios.
Esto tampoco dista de la realidad, ya que violando la Constitución quiso perpetuarse en el poder, y hace apenas unos meses pretendía jurar como senador activo, siendo que la Constitución consagra que todo presidente de la República debe, luego de dejar el cargo, ser senador vitalicio.