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“Ya estoy en nuestra bendita tierra paraguaya. Llegué ayer a la madrugada”, expresó el Ángel Antonio, quien viajó a México por solo cuarenta días y en ese tiempo tuvo que presenciar los dos terremotos que sacudieron el país. El primero, de 8.2 en al escala de Richter el 8 de setiembre y el último de 7.1, que dejó cerca de 300 fallecidos, entre ellos un paraguayo, el pasado 17 de setiembre.
El compatriota salió ileso del primer terremoto y había relatado su experiencia a ABC Color, sin embargo, durante el último fenómeno natural sufrió lesiones al caer de unas escaleras, por lo cual se fisuró el hombro y se golpeó la cabeza. Tras arribar ayer al aeropuerto nacional, ya se encuentra descansando en su hogar.
Aseguró que sintió mucho miedo en esos instantes porque nunca antes vio un fenómeno de esa magnitud y para colmo le tocó vivir esa experiencias en dos ocasiones muy seguidas. Finalmente, agradeció a todos los paraguayos que se hicieron sentir desde la distancia y le hicieron llegar su apoyo en esos momentos difíciles.
Ya en el primer sismo había manifestado su deseo de regresar lo más pronto posible a Paraguay, ensalzando las virtudes de esta tierra en comparación a otras que están expuestas a ese tipo de catástrofes.