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En cuanto a la mortalidad infantil se registran estadísticas aún más alarmantes: cada día mueren cuatro niños menores de 28 días.
Este tipo de cifras alarmantes motivan que durante el 2014, el accionar de la Unicef se centre en la mortalidad materno-infantil, con el lema “Porque lo que llevamos dentro es lo más valioso”.
Según la Unicef, una gran parte de estas muertes puede ser evitada.
El Paraguay sigue teniendo una de las tasas de mortalidad infantil más altas de Latinoamérica y el Caribe, a pesar de los avances logrados en los últimos años.
El 43% del total de las muertes de niños de 0 a 19 años tiene relación con muertes neonatales–durante los primeros 28 días del niño-, lo cual resulta especialmente preocupante, subraya la Unicef.
Esta elevada tasa de mortalidad, que se traduce en 11,2 por cada 1.000 nacidos vivos no ha variado en los últimos 20 años.
Paraguay está comprometido a contrarrestar la mortalidad materno-infantil desde la suscripción del acuerdo de Objetivos de Desarrollo del Milenio, que tienen como objetivo para el año 2015, la disminución de estas altas cifras en dos terceras partes en los niños y niñas menores de 5 años, mientras que en las de mortalidad materna, en tres partes.