“No toman en serio la lucha”

El comisario Aldo Pastore, excomandante de la Policía, reconoció que es probable que el EPP intente perpetrar atentados en zonas urbanas, ya que ello figura en su "manual". Alertó que "no se está tomando en serio" el combate contra la banda criminal.

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El excomandante de la Policía Aldo Pastore, quien estuvo muchos años delante de los operativos contra el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), coincidió en algo con los expertos de Colombia: los militares y policías no pueden trabajar en conjunto si no existe un líder que encabece los operativos. Además, reafirmó que el primer problema es que no se tiene la misma preparación en ambas fuerzas, que deberían capacitarse en conjunto. Por otro lado, indicó que un policía no va a cumplir las órdenes de un militar y viceversa, lo cual representa un problema muy grave a la hora de los operativos.

"Es algo en lo que hay que trabajar. Pasa el tiempo y ellos (EPP) van aumentando en su capacidad; además, está establecido -según el manual- (la posibilidad de) realizar ataques en la capital. Inclusive ya llegaron a realizarlos, cuando colocaron una bomba en el Palacio de Justicia de Asunción, el 29 de abril de 2008", dijo el ex jefe policial.

El ex número uno de la Policía indicó que no se está tomando en serio el combate al grupo criminal EPP. Lamentó que le apartaron a gente que conocía y entendía del tema. Se necesita tiempo, recién en dos años uno empieza a conocer la zona, explicó. En Colombia, por ejemplo, la mayoría de los efectivos que trabajan en la lucha contras las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) terminan jubilandos en ese puesto, indicó.

Por otro lado, también indicó que hay que incentivar más a los uniformados que trabajan en la zona, pagarles mejor, ya que están arriesgando sus vidas. Muchas veces, la falta de interés de las autoridades hacia el personal policial  influye en la falta de resultados, apuntó.

Comentó que, por sobre todo, los agentes reclaman que en épocas pasadas había más asistencia, los jefes anteriormente pasaban más tiempo con ellos, se tenía más contacto, se consiguía muchos recursos. "Es importante que el subalterno sienta que tiene apoyo por parte de su jefe, que se sienta seguro, que el jefe pueda convivir y saber de sus necesidades, tener mayor presencia de las autoridades en las zonas de conflicto", indicó.

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