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Horacio Cartes asumía el 15 agosto de 2013 y sentaba una postura sobre los grupos criminales que operaban en la zona norte del país. Una frase que retumbada y daba una luz de esperanza en la lucha contra el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) fue: “Los grupos armados no van a marcar la hoja de ruta”. Esta fue una de las primeras promesas del Presidente en su discurso de asunción.
Posteriormente, el 2 de abril, el Gobierno presentó inicialmente como una victoria contra el EPP el resultado de un enfrentamiento en que cayeron abatidos dos miembros del grupo armado. El detalle fue que en su huída, los criminales se llevaron a Arlan Fick (16). Desde el Gobierno se aseguró en todo momento que el menor fue llevado como escudo humano y se desconocía que se haya tratado de un plan de secuestro.
En esa fecha el joven Fick fue arrebatado del seno familiar y llevado por integrantes del EPP. Esa misma noche los criminales ya exigieron el pago de 500.000 dólares por la liberación del joven, configurándose el secuestro de esa manera. Sin embargo, las autoridades demoraron varios días antes de reconocer que finalmente aquel operativo no tuvo el gran éxito destacado y que en realidad los secuestradores lograron materializar su plan, pese a sufrir algunas bajas.
Hasta el momento no se conoce de alguna prueba de vida dada a la familia, pese a que la misma cumplió con todo lo exigido. Desde el gobierno se insiste que está con vida y que el rescate sería la única vía de solución para este secuestro.
Sin embargo, el EPP insiste en el canje de sus integrantes recluidos en diferentes penitenciarías con los dos secuestrados, Arlan Fick Bremm y Edelio Morínigo Florenciani. El ministro del interior, Francisco de Vargas, indicaba que el Gobierno se mantiene en su posición de no negociar con el EPP.