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Pese a que varias veces habló con los medios de prensa, Carlos González Mallorquín declaró por primera vez en el Ministerio Público. Lo hizo ante el fiscal Osvaldo Caballero.
El fiscal contó a la prensa que González Mallorquín declaró que es el único responsable del robo de dinero de un transporte de caudales de la empresa Prosegur. Detalló que se quedó con dos bolsas, que, según el peso, no pasaron de los G. 600 millones, pese a que la firma denunció el robo de G. 1.850 millones, reportó el periodista Osvaldo Cáceres Encina.
Contó que el robo lo hizo más que nada por el enojo que tenía hacia Prosegur, porque se sentía maltratado en su trabajo de chofer y guardia. Recordó que apenas tenía 10 minutos de tiempo para descansar en medio de sus labores.
El exguardia contó que repartió el botín entre personas pobres del Mercado 4, de Luque y de Capiatá que encontró a su camino. Refirió que lo que le sobró lo guardó en la casa de sus padres, en Ñemby.
El imputado puntualizó que se arrepintió de lo que hizo, por lo cual volvió a su casa para recoger lo que quedó del dinero y devolverlo luego a Prosegur.
Al llegar a su casa, sus familiares le contaron que policías se llevaron el dinero. González Mallorquín está imputado por hurto agravado, lesión de confianza y apropiación. Cumple prisión preventiva en la cárcel de Tacumbú.
En la causa también se encuentran imputados policías de alto e inferior rango, quienes supuestamente se quedaron con la totalidad del botín.
Los antecedentes del caso refieren que González Mallorquín aprovechó que sus compañeros estaban retirando dinero, por lo cual arrancó el transportador de caudales que contenía G. 1.850 millones.
El dinero lo escondió en la casa de su padre, desde donde presuntamente policías se apoderaron del mismo.