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El operativo consiste en un férreo control a lo largo de su frontera con nuestro país y Bolivia. Esta vez abarca a unos 4.045 kilometros y movilizará a unos 4.200 efectivos, según las informaciones oficiales.
El Ministerio de Defensa brasileño dio cuenta que el objetivo es intensificar la presencia del Estado brasileño en las fronteras y contribuir al combate y la reducción de los delitos transfronterizos como contrabando, narcotráfico, tráfico de personas, armas y municiones, trata de blancas, evasión de divisas, crímenes ambientales, robo de vehículos y minería ilegal, entre otros.
El Ejercito aseguró que “los países vecinos fueron informados de la acción militar y enviaron observadores a la capital de Mato Grosso, Campo Grande”.
También el comunicado del Ministerio de Defensa aclara que en esta edición las operaciones de vigilancia y fiscalización se limitarán a los 166 municipios de los estados de Paraná, Mato Grosso do Sul, Mato Grosso y Rondonia que están próximos a las fronteras con Bolivia y Paraguay. La operación es dirigida desde la sede del Comando Militar del Oeste (CMO) del Ejército en Campo Grande, que tiene una posición estratégica al encontrarse en la ruta obligatoria para ir a Paraguay, Bolivia y hacia el Pantanal.
Medios de prensa de Pedro Juan Caballero informaron ayer que además de los 4.200 efectivos del Ejército, Marina y Fuerza Aérea, bajo el comando del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, se movilizará a 4.201 fiscales y funcionarios de 46 organismos públicos como Aduana, policías regionales, Administración Federal de Impuestos y agencias reguladoras brasileñas.
La fuente agrega que esta vez la Operación Ágata movilizará vehículos diversos, aeronaves, patrullas, embarcaciones y contará con el apoyo de radares, cámaras, sensores y demás equipos de su sistema integrado de vigilancia fronteriza.