Frutos que nacen del nado

Una francesa radicada hace años en Paraguay impulsa, a puro corazón, el nado sincronizado en nuestro país. El camino no es fácil para una disciplina mundialmente muy conocida a nivel deportivo pero que a nivel local sienta sus primeras bases.

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Ha pasado mucho tiempo, y Virginie Chevalet no se rinde. Esta francesa con alma de paraguaya llegó a nuestro país hace mucho tiempo tras casarse con un compatriota. Allí, invirtió la verticalidad de las franjas de su bandera de nacimiento y adoptó a la paraguaya como suya.

Desde hace más de cinco años Virginie lucha por establecer de manera definitiva al nado sincronizado en nuestro país. Desde su casa en Areguá ha remado mucho y tuvo altibajos en su misión. Este viernes 28 de agosto, en Buenos Aires, se contará la historia de la “mantarrayas” – así se llama el plantel de nado sincronizado de Paraguay – en un corto que dura 25 minutos dentro de un festival de documentales deportivos. La cinta fue hecha a puro pulmón por alumnos de la carrera audiovisual de la Universidad Columbia y la coordinación de la periodista de ABC Color, Fátima Martínez. Se llama “Sirenas indomables”.

Parte del plantel de nado que forma parte del documental. (Gentileza). 

Allí, en el video, se contará que el equipo paraguayo de nado sincronizado no tiene dónde entrenar. Los pasos son lentos. Chevalet contó que la Secretaría Nacional de Deportes decidió finalmente dar una mano institucional a este proyecto que se llama “Sincroparaguay”.

“A veces siento que hay más apoyo internacional que nacional”, reflexionó Chevalet en conversación telefónica. Los deportes amateurs de hecho tienen poco arrastre en comparación al fútbol, y casi siempre se hacen notar cuando la bandera paraguaya flamea en alto porque algún atleta tuvo la osadía de ganar en algún lado. “Tenemos cuatro medallas, no es que no tengamos nada”. La francesa decidió competir por Paraguay y dejar atrás a Francia en los certámenes internacionales.

Virginie Chevalet. 

Pero se dirá: ¿Por qué no hay un lugar para entrenar? Las piletas que necesita el equipo de Chevalet están todas ocupadas. El año pasado se prestó por cinco semanas la de las Fuerzas Armadas y este año, durante 15 días. El Club Internacional de Tenis también ha prestado sus instalaciones para que el adjetivo de sincronizado pueda estamparse al lado de la palabra nado.

Como no hay una pileta fija, no hay entrenamientos. Por ahora Chevalet, gracias al convenio futuro que se firmará con la Secretaría Nacional de Deportes, dispone de 10 entrenadores de nado sincronizado para poder coordinar las acciones a nivel local y entre 14 y 15 nadadoras con las cuales poder competir.

“La falta de apoyo institucional es crucial”, dijo la nadadora. Es lo que no tuvo hasta este año, cuando bajo la administración de Víctor Pecci puede hablar de un avance. Pero no todo es dinero, a pesar de que es importante. Chevalet contó que una marca francesa de natación vestirá a las “Mantarrayas” – Koomkatt – y a nivel local en forma puntual, la marca que les ayudó fue Wrangler.

Foto de 2011, con el nadador Benjamin Hockin.

Existe la voluntad internacional para que las nadadoras tengan los fondos para poder entrenar… y mejorar; pero nada puede hacerse si no hay un ente que pueda canalizar la representación. Esta posta la toma ahora la SND.

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