Guerra y no elecciones

El expresidente y actual candidato a senador por el FG sostuvo que no sólo tiene corazón, sino también voluntad y una patria soñada, de familias unidas y que vivan dignamente.

Señaló además que es triste que en nuestro país las mejores tierras estén en manos extranjeras y que él no hizo algo malo, sino simplemente pidió mensura de las tierras y que exhiban sus títulos, algo que hasta ahora no se hizo porque los partidos tradicionales están agusanados, indicó.

Manifestó también que en otros países nadie entiende cómo el pueblo en Paraguay es tan pacífico y no se haya hecho una revolución para lograr el cambio. Pidió al pueblo ponerse de pie para realizar una opción por el cambio o seguir votando por la estructura que Lugo considera es de intrigas, corrupción y de robos.

Aseguró que hay muchos que son ‘tembiguái’ (empleados, en guaraní) de las multinacionales como Monsanto y Rio Tinto Alcan, pero que el pueblo no se vende ni se compra y que los candidatos del FG no se venden.

Añadió que el Estado tiene la obligación de velar porque todos los habitantes vivan bien y dignamente, y que en 110 años eso nunca se hizo y que en su gobierno se pudo lograr en tan sólo 3 años. “Un gobierno que no piensa en el pueblo y no es capaz de dar salud gratuita es un desgobierno”, subrayó.

Afirmó que la grandeza de los candidatos del FG está en el corazón del pueblo, no en las camionetas 4x4 ni en la plata de los políticos tradicionales. Recordó que existen 110 líderes campesinos asesinados en la lucha por la tierra y que el candidato a vicepresidente Luis Aguayo, una vez en el Palacio de Gobierno, si ganan las elecciones, al día siguiente de asumir rendirá homenaje a esos mártires.

Finalmente, dijo que no acepta lo que ocurrió el 22 de junio de 2012 (juicio político) porque hubo una ruptura que dejó aislado al país con un presidente de facto que ni puede cruzar a Clorinda (Argentina).

Por su parte, el candidato a presidente Aníbal Carrillo Iramain señaló que la principal fuerza de campaña política de la agrupación son las obras sociales realizadas durante el gobierno de Fernando Lugo. Aseguró que las obras sociales, sin embargo, no gustaron a la prensa, los partidos tradicionales ni al Parlamento.

Criticó al parlamento por no elaborar leyes que beneficien al pueblo, ya que la ley del IRP es ya sólo un remiendo del proyecto original.

Afirmó que el compromiso del FG es con los 7 millones de paraguayos y que su lucha seguirá siendo contra la desigualdad existente en el país y que el 21 de abril se recuperará la democracia participativa, con un gobierno del cambio ante la oligarquía.