“Hay altísimas sospechas de que fue autora moral”

El abogado de la familia Doutreleau indicó que se manejan numerosos elementos que tienden a confirmar que la secretaria de Sonia Doutreleau, empresaria asesinada el lunes pasado, habría tenido al menos participación moral en el hecho.

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El abogado de la familia de la víctima, Rodrigo Yódice, indicó que los investigadores ya manejan numerosos indicios sobre la supuesta autoría de la secretaria de Capaclor, Celia María Maidana Torres (30).

La mujer pasó de ser testigo del crimen a sospechosa del hecho, debido a contradicciones en que cayó, además de situaciones llamativas.

“Hay elementos para aseverar que la señora Maidana mintió. Tiene altísimas sospechas de ser autora moral del hecho”, aseguró.

Inicialmente, la mujer aseguró que fue obligada a encerrarse en el baño del lugar, mientras los criminales perpetraban el hecho.

Posteriormente, se confirmó que el baño en cuestión tenía numerosas manchas de sangre en varios puntos, mientras que la secretaria no tenía rastro alguno.

Finalmente, en base a las huellas de pisadas, se confirmó que la mujer nunca estuvo encerrada en el sitio, según detalló el profesional.

“La morfología de las pisadas son distintas a los zapatos de Maidana”, manifestó, en contacto con Canal 100.

Indicó además que los investigadores encontraron mechas de cabello rubio en las manos de Sonia Doutreleau, lo que hace sospechar de alguna lucha con la secretaria.

En este punto, aún faltan pruebas laboratoriales para confirmar si el pelo corresponde a la actual detenida por el crimen.

Otro hecho llamativo hace referencia a una anterior ocasión en que se intentó atentar contra la empresaria.

Sonia Doutreleau había tomado un vaso de agua y sintió un sabor metálico, por lo que pidió a su secretaria guardar la “evidencia” porque presentaría un reclamo a la empresa proveedora del líquido.

Posteriormente, le pidió un café y, al tomarlo, sintió el mismo sabor metálico, por lo que decidió ir a descansar.

Finalmente, la ahora fallecida había sido asistida para luego guardar reposo médico por dos días.

Pese al pedido de su jefa, la secretaria no guardó el vaso de agua para ser analizado, sino que se deshizo de la evidencia.

Estos datos se desprenden de la declaración que prestó Alejandro Sevilla, exnovio de la víctima.

La empresaria incluso habría sido blanco de un segundo intento de atentado, cuando un hombre con casco intentó ingresar en otra ocasión a las oficinas, pero al ser descubierto huyó del lugar.

“Este deleznable crimen va a ser dilucidado; inclusive, se va a descubrir lo que más preocupa, que es el móvil del crimen”, manifestó el abogado Yódice.

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