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El capitán Ricardo Alejandro Villalba Allende manejaba, el pasado domingo, su vehículo Subaru Impreza supuestamente a alta velocidad y en zigzag.
Pasando el túnel de la calle Semidei, embistió a un vehículo Toyota en que iba un matrimonio con su nena de tres años. No detuvo la marcha y abandonó el sitio, según testigos, pero metros más adelante chocó contra otro rodado.
Testigos rodearon el automóvil Subaru y el militar presuntamente sacó su arma reglamentaria y amenazó a los presentes. La situación se calmó con la intervención de policías.
En el cuartel de la Policía Municipal de Tránsito, situado en Campo Grande, el uniformado nuevamente protagonizó incidentes. Se negó a someterse al alcotest e increpó a los agentes del lugar, alegando que es capitán de Caballería.
El fiscal de Prevención, Christian Bernal, imputó al capitán Villalba Allende por los delitos de exposición al peligro en el tránsito terrestre y resistencia.
El arma reglamentaria que usó para el amedrentamiento fue incautada de Villalba Allende. Por orden del fiscal Bernal, fue depositada en la Dirección de Material Bélico (Dimabel), como evidencia del caso.
Finalmente, el fiscal Bernal pidió al juzgado de la causa que imponga el arresto domiciliario al militar.
Las víctimas del accidente no sufrieron lesiones, aunque sí un gran susto y, posteriormente, debieron aguantar el trato prepotente del capitán.