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El fiscal ambiental Jalil Rachid intervino esta mañana un aserradero que estaba operando sin autorización del Instituto Forestal Nacional. El lugar se encuentra aproximadamente a 1000 metros del puesto regional del Infona, que llamativamente no se percató del crimen ecológico que se estaba realizando.
El local, propiedad de Carlos Molinas, se encuentra ubicado en la calle principal que une San Juan Nepomuceno con la Compañía San Carlos, del departamento de Caazapá. Se aguarda los informes de los técnicos del Ministerio Público y por sobre todo los del Infona, para determinar qué acciones tomar con respecto al aserradero.
El Infona es el encargado de habilitar los aserraderos, y para ello tiene que reunir una serie de requisitos como el tipo de madera que utilizarán, qué destino tendrá y cuántos metros tiene la madera, entre otros puntos.
Por ello, es importante el informe que pueda arrimar dicha institución para que el Ministerio Público tenga suficientes elementos para imputar al propietario de dicho local y clausurar el aserradero. Con esto se demuestra que no existe voluntad necesaria para combatir la deforestación por parte de las instituciones.
Esta mañana, en comunicación con radio Canal 100, la ministra de la Secretaría del Ambiente (Seam) reconoció que combatir la deforestación en Paraguay se torna un desafío debido a que la cartera cuenta con apenas 11 funcionarios de campo para todo el país.