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Si bien en Ñeembucú el sector ganadero se dedica principalmente a la cría de terneros de invernada, es decir que los terneros son vendidos para que continúen siendo engordados en otros establecimientos, este año los productores tuvieron que deshacerse de más cantidad de ganado pues como consecuencia de las inundaciones no había sufiente pasto para seguir engordándolos.
Normalmente, de abril a junio, se suelen vender entre 60.000 a 70.000 cabezas de ganado en Ñeembucú y este año estiman que salieron unas 100.000 cabezas, es decir al menos 40 por ciento más que lo usual, según estimó Guillermo Souto, miembro de la comisión directiva de la Asociación Rural de Paraguay filial Ñeembucú.
“Se vendió más a precios que no fueron convenientes”, dijo. Otra variable que afectó al sector comercial ganadero es que algunos ganaderos tuvieron que alquilar terrenos en zonas para que los animales puedan pastar y por ende debieron gastar en el traslado del ganado, explicó Souto.
Por otra parte destacó el apoyo de las autoridades que colaboraron sobre todo con los pequeños productores, brindando vehículos para el traslado e incluso con la compra de fardos de pasto para alimentar a los animales.
Souto indicó que hay buenas expectativas de recuperación de lo que fue este periodo y que por ello los propios productores deben ser más exigentes dentro del sector, aumentar la competitividad y la calidad mediante la tecnología que hoy está disponible. Puntualizó que existen zonas más afectadas que otras, como por ejemplo Yguasu Kua, Tacuara y Laureles.
El presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), Hugo Idoyaga, dijo que la vacunación en la zona de Ñeembucú avanzó hasta el último reporte que tiene, en un 60 por ciento y si bien todavía falta bastante, se debe tener en cuenta que muchas zonas siguen inaccesibles. Se puede decir sin embargo que la vacunación marcha bien, dijo.