Lo que pasó fue 'evitable'

Los motivos por los que ahora el pequeño Jesús Ariel Leiva Rojas está internado fueron “situaciones evitables”, según los médicos. El pequeño tiene una infección generalizada y su pronóstico es reservado.

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La jefa de Cardiología del Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, Nancy Garay, informó a la 780 AM que el pequeño paciente trasplantado en el 2013 se encuentra en muy grave estado, tiene una infección generalizada que afectó los órganos vitales, pero no el corazón. Tiene dañadas las funciones renales y hepáticas, que dependen de órganos no trasplantables, contó.

“No quiero que la gente piense que no vale la pena hacer el trasplante (de corazón), esa no es la realidad. El niño puede tener una vida perfectamente normal”, dijo la profesional, contando luego que lo que provocó que el pequeño llegue a este punto tiene que ver más bien con problemas familiares. Según la abuela, Jesús se descompensó hace una semana por un problema respiratorio, pero recién fue llevado al hospital en último estado, siete días después. De hecho, los profesionales lo reanimaron tras dos paros cardíacos, relató la profesional.

Garay recordó que el niño es de una familia de condición muy humilde. La preocupación tras el trasplante, en el 2013, fue que Jesús volvería a una casa que no estaba en condiciones de habitabilidad, lo que ponía en riesgo su recuperación. Una campaña mediática logró presionar al Gobierno, que a través de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) le dio una casa. Sin embargo, el pequeño aún no recibía la atención que debía, situación denunciada este año, en enero.

“Hicimos la denuncia ante la Defensoría de la Niñez en enero (…) Se le había dado la custodia a la abuela materna, justamente para que no se repitiera más esta situación, de que no lo traían a tiempo para su consulta, de que no se le daba el medicamento de forma regular”, comentó la profesional. Al salir de la casa de la Senavitat, donde vivía c con su madre, Elena Rojas, “estaba mejor”, continuó diciendo.

Sin embargo, la semana pasada no le llevaron a sus controles, a pesar de que sufrió una descompensación. “Hoy estamos luchando de nuevo por su vida. No podemos tenerlo así, que venga en último estado”, lamentó Garay. “Tardaron mucho”, agregó. En un primer momento el pequeño tuvo neumonía, infección que se desencadenó en otras partes del cuerpo a tal punto de afectar órganos vitales.

El pequeño de diez años fue el primer paciente paraguayo en ser conectado a un corazón artificial mientras se conseguía un donante. Afortunadamente, el corazón para Jesús apareció y se hizo la operación exitosamente. Se recuperó luego e inclusive regresó a la escuela, y vivió en Limpio, en una casa acondicionada para el efecto.

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