Hazañas de un excombatiente

Rufino Ojeda (99), engalanado con la condecoración de la Presidencia de la República por su participación en la Guerra del Chaco, fue entrevistado por niños estudiantes de Bella Vista, Itapúa.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/7NRUHRCCMZBYLASLZQG7O3OXVI.jpg

Cargando...

En la compañía de Caaguazú, distrito de Jesús de Tavarangue, Itapúa, niños de la escuela Pedro Juan Caballero de Bella Vista llegaron con algarabía a la casa de Rufino Ojeda, héroe de la contienda del Chaco. La vivienda es modesta y cómoda con corredor alto y muchas sillas esperando las visitas, reportó Teresa Tischler.

Uno de los niños de nombre Mateo Tischler de 10 años, bisnieto de Sigifredo Tischler, héroe de la Guerra del Chaco, preguntó: ¿cuál es su nombre completo, cuántos años tiene y cuándo fue a la guerra? A lo que nuestro héroe contesta: “Mi nombre es Rufino Ojeda Vera, tengo 99 años, nací el 30 de julio de 1916. Me presenté para ir a la guerra en el año 1932 pero era muy joven y me rechazaron, pudiendo ir recién al año siguiente, en 1933”.

Los niños preguntaron al excombatiente: ¿Cómo se trasladó hasta el Chaco? Don Rufino cuenta que desde la Colonia Jesús de Tavarangue fue caminando por campos y montes una distancia aproximada de 40 km hasta llegar a Villa Encarnación; de ahí con varios camaradas en tren fueron hasta Asunción; llegando al Estadio de Fútbol de la Liga Paraguaya en Puerto Sajonia, para dirigirse inmediatamente al puerto de ese lugar, donde 1500 soldaditos abordaron el Cañonero Paraguay. Siguió su largo viaje por el río Paraguay que duró dos largos días completos para al final llegar a Puerto Casado.

De Puerto Casado subieron los 1500 hombres en un trencito, ubicándose como podían, hasta llegar al Km 145 o Punta Riel, como así lo llamaban, pues ahí terminaban los rieles del ferrocarril, a una larga distancia del Rio Paraguay, ya muy dentro del Chaco Boreal. Sin embargo, ahí no termina todo, ya que se inicia una larga caminata por el polvoriento Chaco rumbo a Isla Po-i o Comanchaco, armados y equipados con ponchos, mosquitero, caramayola, proyectiles, fusiles, platos y otros enseres; la distancia a recorrer era más de 60 km. Durante esta trayectoria pararon por pequeños puestos o fortines, agregó Don Rufino con una excelente lucidez, recordando cada detalle, como los nombres de oficiales superiores, lugares y batallas libradas.

En un pequeño descanso o recreo todos los chicos querían contar algo de sus bisabuelos y se quitaron fotos con nuestro héroe. Se leyó un poema en guaraní dedicado a Don Rufino Ojeda, escrito por su sobrino, poeta de esa localidad.

Uno de los niños de nueve años, Facundo Cañete Ramírez, recordó a su bisabuelo, Don Juan Pablo Paredes, que formó parte del regimiento San Martín y a su bisabuelo Eusebio Ramírez, del Regimiento Nº 15 Lomas Valentinas.

Entre anécdotas y haciéndole descansar a nuestro héroe entrevistado, uno de los chicos llamado Pablo Tischler, que lleva con mucho honor el nombre de su bisabuelo Juan Pablo Paredes, también contó con mucha emoción que sus tíos ex combatientes Oswaldo y Sigifrido Tischler, oriundos de las Colonias Unidas participaron en la Batalla de Aliguatá donde su regimiento tomó 8 mil prisioneros bolivianos y dos tanques de guerra, de los cuales uno de los tanques fue capturado en una acción de heroísmo por los hermanos mellizos Tischler, quienes pidieron la rendición del maquinista, quien sorpresivamente era un mercenario alemán que solamente hablaba alemán, idioma que dominaban los héroes mellizos.

Don Rufino comentó a los chicos que fue camarada de regimiento de los mellizos Tischler y que éstos se adiestraron en la Escuela Militar de Campo Grande durante 3 meses para el uso con eficiencia de ametralladoras, aplicando todo su adiestramiento en el Chaco en la Batalla de Aliguatá. Relató nuestro héroe, que en plena batalla explotó una granada y quedó herido en un brazo y una pierna su camarada Oswaldo Tischler, perdiendo más tarde los miembros afectados. Atentos a tan triste relato quedaron muy conmovidos los niños más pequeños, Luciano, Giuliano y Jazmín Invernizzi.

Siguiendo con la entrevista, el niño Tiago Tischler, hace la pregunta más difícil de contestar: ¿A cuántos enemigos mató Don Ojeda? Y nuestro héroe con mucha sabiduría contesta: “En una guerra eso nunca ningún soldado puede saber, por la sencilla razón que en un ataque, el enemigo se encuentra en trincheras o dentro de la espesura del bosque, sin conocer el número de heridos o de muertos que uno puede dejar”. Nuestro héroe agrega: “En el asalto y en la lucha cuerpo a cuerpo los paraguayos fueron siempre los mejores y de esa forma los bolivianos se rendían o se desbandaban por la selva espinosa”.

Continuando con la charla, alguien preguntó a Don Rufino: ¿Qué fue peor, la sed o el hambre? Contestando, que el hambre se aguanta, pero la sed es lo peor que un humano puede sufrir; y después de la lucha, con el polvo y la pólvora, pareciera que se tiene más sed y el agua estira.

Con fotos y abrazos con el entrevistado de la Guerra del Chaco, el joven Nicolás preguntó: ¿Cuál fue el momento más difícil para él en esa contienda? El Señor Rufino Ojeda recordó que en un enfrentamiento con el enemigo, casi al terminar la guerra recibió un tiro en la cabeza como de refilón, rompiendo el “schapó” que tenía puesto, marcándose el “akapiré” o cuero cabelludo, esparciéndose algunos cabellos y quedando aturdido con un zumbido fuerte en el oído; “en ese momento me encomendé con toda la fuerza de mi fé a San Miguel, mi protector, pensando en mi familia y me salvé de la muerte” , y con certeras palabras afirmó: “Siempre tuve en cuenta ésto: Dios, Patria, Familia”.

Para terminar, nuestro Héroe entrevistado deja un mensaje a los niños y jóvenes: “Siempre tengan presente el Patriotismo, que nuestro país es grande y valioso; tengan fé en Dios porque El lo puede todo y amen a su familia”. “Ustedes, che ra-ykuéra, son mi patria, pe ñe-erendu pende sy ha pende ru pe, y sean como el Patrullero de la Guerra, oídos y ojos bien abiertos y boca cerrada, este comportamiento es esencial mientras vivan con papá y mamá”.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...