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El arzobispo de Asunción, durante su homilía, hizo hincapié en las palabras de Jesucristo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga". Así se refirió al sacrificio que todo joven debe hacer para mejorar la situación del país, que está sumido en la corrupción. Valoró también el heroísmo de los jóvenes y principalmente el de la mujer ante varias crispaciones bélicas del pasado.
"Hay mucho para destacar de la heroicidad de nuestro pueblo ante la adversidad y toda clase de sufrimiento. Es cierto, hay mucho aún que crecer y favorecer el bien común y la dignificación de cada ciudadano", dijo durante su homilía el religioso.
En otro momento, manifestó: "Sabemos el momento difícil en que vivimos hoy, la globalización del dinero y del consumo, de las nuevas ideologías impuestas por las Naciones Unidas, son una nueva dictadura cultural, que influyen fuertemente sobre nuestros queridos jóvenes". De esta manera, cuestionó algunas tendencias culturales a nivel internacional.
Dijo también que "los más vulnerables son víctimas de vicios que los esclavizan, con la drogadicción, la prostitución, el alcohol, el cigarrillo. Al no tener un empleo digno recurren a pandillas de violentos, exponiéndose a la muerte y al sinsentido. ¡Cuánto trabajo pastoral y educativo tenemos juntos ante esa realidad dolorosa de nuestros jóvenes!".