Pobreza y racismo, estigma de indígenas

ASUNCIÓN. La Coordinadora Nacional de la Pastoral Indígena (Conapi) denunció hoy que los nativos que son expulsados de sus territorios ancestrales y recalan en ciudades como Asunción y Ciudad del Este son doblemente víctimas de la pobreza y el racismo.

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“Es un tema relativamente nuevo y cada vez mayor en las ciudades paraguayas”, según la coordinadora de la Pastoral Indígena, Raquel Peralta.

La expulsión de sus tierras por parte de grandes terratenientes productores de soja y ganado, y la falta o nula protección del Estado, obliga a nativos de distintas etnias a dirigirse a las grandes ciudades en busca de sustento y ayuda, explicó Peralta.

“La mitad de los más de 112.000 indígenas que hay en Paraguay no tienen tierras, son expulsados, vienen a la ciudad y acá se encuentran con otras graves situaciones, pues la ciudad no les acoge, la gente no acepta su presencia, fruto del racismo”, destacó la fuente.

“Aquí se siente mucho más la discriminación, los capitalinos no estamos preparados para recibirles e incluirles en nuestros espacios, se les ponen muchas trabas y la pobreza y la exclusión provocan más problemas”, añadió Peralta.

Según la Conapi, los indígenas en situación de calle en Asunción y Ciudad del Este enfrentan problemas hasta hace poco ajenos para ellos, como el alcoholismo, la drogadicción y la prostitución.
Pero según Peralta, el Estado paraguayo no presta la misma atención a los indígenas que al resto de personas.

“¿Por qué cuando detectan mafias de prostitución la Fiscalía no actúa de oficio? ¿Por qué la intendenta de Ciudad del Este organiza una protesta contra los indígenas que viven en la calle en lugar de actuar como Estado y darles asistencia?”, espetó.

“Los indígenas tienen el mismo derecho de emigrar dignamente donde quieran y tienen derecho a insertarse en la ciudad sin perder su esencia. Ellos son más dinámicos que nosotros, se adaptan más rápido, pero hay aspectos esenciales de su cultura que no se pueden negociar”, abundó la coordinadora de la Conapi.

En Paraguay viven unos 112.000 indígenas, de los cuales el 75 por ciento lo hacen en condiciones de pobreza extrema, según el Gobierno.

Su veintena de lenguas se reparte en cinco familias lingüísticas (guaraní, mataco, zamuco, maskoy y guaicurú), cada una con sus respectivas variantes.

Algunas de las lenguas nativas fueron arrinconadas debido a políticas de exterminio, como es el caso de los nativos aché, de la familia guaraní, perseguidos durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).

Para abordar toda esta problemática, la Conapi organiza mañana el seminario Indígenas en Zonas Urbanas, que tendrá lugar en el centro cultural español Juan de Salazar de Asunción, y contará con líderes y miembros de comunidades indígenas que viven en la ciudad, quienes compartirán su experiencia, sus necesidades y desafíos.

El taller repasara los aspectos socio económicos y culturales de la actual situación de los indígenas en zonas urbanas, así como los aspectos políticos y antropológicos.

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