Policías frustran robo a cajero del BNF

Unos 15 malvivientes detonaron un cajero automático del BNF, en Iturbe, y se disponían a robar el dinero cuando fueron sorprendidos por agentes que patrullaban la zona. Tras un enfrentamiento, los asaltantes debieron huir, sin llevarse el botín.

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Eran las 02:30 de este sábado cuando unos 15 hombres llegaron a bordo de una Nissan Terrano, color plateado, y un Toyota Corolla, color blanco, hasta la sede del Banco Nacional de Fomento. Los delincuentes lograron detonar explosivos en el cajero automático del lugar, situación que alertó a un grupo de agentes que custodiaba los alrededores. Al llegar al punto, los agentes se encontraron cara a cara con los malvivientes, por lo que se inició una intensa refriega.

Los uniformados descendieron de la patrullera y rápidamente se parapetaron en el local del banco, desde donde continuaron con el tiroteo, de acuerdo a un informe preliminar del Departamento de Relaciones Públicas de la Policía. Finalmente, al verse sobrepasados, los asaltantes optaron por huir del lugar, llevándose la Nissan en la que llegaron y la propia patrullera de los agentes.

Tras un rastrillaje por la zona, finalmente se encontró abandonado el vehículo policial, a 20 kilómetros, ya en la compañía Capitán Brizuela. La camioneta Nissan igualmente fue dejada en el sitio, pero previamente los malvivientes la incendiaron, en un aparente intento de destruir evidencias.

De acuerdo al reporte de la Jefatura Policial de Guairá, los autores del intento de robo aprovecharon la oscuridad para internarse en una zona boscosa. Los agentes colectan pistas y continúan tras los pasos de la banda de asaltantes.

El cajero automático del BNF quedó severamente dañado, aunque no se logró sacar billete alguno. La intención aparentemente era arrancar el aparato tras la explosión, ya que a su alrededor se encontró un cabo preparado para ser enganchado a un vehículo.

No es la primera vez que los cajeros automáticos del BNF son blanco de los malvivientes. El 29 de julio pasado, un grupo tipo comando detonó explosivos en un cajero de Ypacaraí, de donde se alzaron con casi G. 400 millones. Otro golpe similar se produjo el 27 de junio pasado en el local del BNF de Yhú, Caaguazú, de donde llevaron G. 500 millones.

Ante la seguidilla de robos a cajeros automáticos, la Policía había dispuesto el refuerzo de la seguridad en los sitios considerados más vulnerables. Uno de los principales inconvenientes en varios cajeros es la ausencia de cámaras de vigilancia, así como la mala ubicación de estos artefactos.

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