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Nueve agentes de la Subcomisaría 20ª de la localidad de Yasy Cañy en el departamento de Canindeyú, abandonaron la antigua sede del destacamento policial para instalarse en el interior de un pequeño salón, cuyas dimensiones no sobrepasa de los 6x7 metros.
El lugar no cuenta con comodidad alguna. De hecho, no existe siquiera una habitación, por lo que algunos se vieron obligados a gastar parte de su salario para adquirir madera terciada y dividir, para de esa manera tener algunas piecitas.
La mudanza se debió a que la vieja estructura de la antigua sede está en peligro de derrumbarse. Además, según fue constatado por los Auditores de la Presidencial de República, la obra de construcción de la nueva sede que ya figuraba como iniciada desde el pasado 29 de junio no había empezado. De hecho, hasta el lugar no se llevó aún siquiera un solo ladrillo.
El improvisado local de la subcomisaría al parecer es un alquiler y, ante las primeras preguntas, nadie supo dar indicaciones sobre quién sería el responsable del pago del lugar. Finalmente, el jefe de policía de Canindeyú, Comisario José María Vargas, refirió que la Policía Nacional se encargará de abonar por el alquiler. Sobre los cuestionamientos en cuanto a la dimensión, explicó que por el momento eso “fue lo que se encontró”.